• Por ningún motivo vayas a decir que tu mayor debilidad es tener muchas fortalezas.

• No se te ocurra darles toda una biografía de tu vida.

• Elige un defecto que no tenga relación directa con el trabajo y menciona cómo lo has superado.

Las entrevistas de trabajo son todo un arte. Tanto para los entrevistadores, como para los entrevistados. Este es uno de los métodos más importantes durante el proceso de selección, es cuando, por primera vez, la empresa y el candidato se ven las caras, se hablan, se tantean. Uno y otro estarán luchando por entenderse de la mejor manera y hay varios aspectos de tu lenguaje no verbal y de tu personalidad que saldrán a la luz aunque no quieras. Si estás aplicando para algún puesto y lograste que te citaran para platicar, tienes que prepararte muy bien, no te lo tomes a la ligera. Investiga un poco sobre la empresa y estudia algunas de las preguntas más comunes, como las siguientes.

Muchas cuestiones pueden parecer obvias o sencillas y quizá sientas la tentación de responderlas de la misma manera, a la ligera. Son trucos que todos los reclutadores conocen, para ver tu reacción y es a veces en el punto que parece más trivial, donde más logras decir de ti mismo. Recuerda que los encargados de recursos humanos han entrevistado a un sinfín de personas, conocen muchas personalidades y es posible que aunque quieras, no podrás engañarlos fácilmente. De hecho es muy poco probable que los sorprendas si no tienes ciertos cuidados. Así que aquí repasamos algunas de las preguntas más comunes y algunas de las respuestas más erróneas, para que no te tomen desprevenido.

Hablar de más

Pregunta: “Háblame de ti”

Esta pregunta es algo más que sólo para romper el hielo. Pero por ningún motivo se te ocurra darles toda una biografía de tu vida. Haz una presentación concisa de tu experiencia laboral, a los entrevistadores no les interesa ningún detalle amplio de tu historia personal, al menos no por ahora.

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Sinceridad

Pregunta: “¿Por qué quieres el puesto?”

Quizá te tambalees al responder esta pregunta, pues no quieres decir algo que pase por inadecuado. Pero lo mejor que puedes hacer es ser sincero, di con toda verdad por qué deseas el trabajo, no te vayas por las ramas ni busques pretextos que nada tienen que ver contigo, porque se darán cuenta.

Ambiciones

Pregunta: “¿Dónde te ves en el futuro?”

La respuesta fácil es enfocarte en hacer un buen trabajo y crecer con la empresa. Si el lugar que te entrevista no es “el trabajo de tus sueños”, no lo digas, ni pongas en evidencia que se trata de un paso más en tu carrera o algo momentáneo.

Áreas de oportunidad

Pregunta: “¿Cuáles son tus debilidades?”

La sinceridad también es clave en este punto. Por ningún motivo vayas a decir que tu mayor debilidad es tener muchas fortalezas o ser demasiado perfeccionista, ya lo han escuchado y no funciona. Mejor elige un defecto que no tenga relación directa con el trabajo y menciona cómo lo has superado.

Silencio letal

Pregunta: “¿Alguna duda?”

Muchas entrevistas de trabajo cierran aquí. No te vayas a quedar callado. Decir que no tienes ninguna duda es un grave error, pues aunque esta parezca sólo una pregunta de despedida, en realidad, definirá qué tan interesado estás en el puesto. Eso es en realidad lo que la empresa quiere saber.