Estados Unidos anunció este miércoles nuevas restricciones comerciales contra Cuba con el fin de impedir que los estadounidenses que viajen a la isla generen recursos económicos para más de un centenar de entidades y negocios controlados por el régimen.
Los cambios entrarán en vigor a partir del 9 de noviembre y son parte de la nueva política hacia Cuba que fue anunciada por el presidente Donald Trump en junio, poniendo fin de manera afectiva a la apertura y acercamiento promovidas por el gobierno del expresidente Barack Obama.
El Departamento del Tesoro dijo que los cambios buscan alejar las actividades económicas de los servicios militares, de inteligencia y de seguridad cubanos, mientras se mantienen las oportunidades para que los estadunidenses participen en viajes autorizados a Cuba y apoyen al pequeño sector privado en la isla.
“Hemos fortalecido nuestras políticas en Cuba para canalizar la actividad económica lejos de los militares cubanos y para alentar al gobierno a avanzar hacia una mayor libertad política y económica para el pueblo cubano”, dijo el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.
Los cambios se aplicarán en las transacciones financieras, comercio, viajes de personas y viajes educativos, enfatizando la necesidad de que los viajes de estadunidenses a la isla promueven un mayor acercamiento con el pueblo cubano.
El Departamento del Tesoro dijo que alquilar una habitación en una casa particular, comer en restaurantes privados, conocidos como paladares, y comprar en tiendas privadas manejadas por “cuentapropistas” son ejemplos de actividades autorizadas.
Como parte de las nuevas acciones, el Departamento de Estado dio a conocer una lista de entidades y subentidades que están bajo el control de, o actúan en nombre o representación de, los servicios o personal de seguridad, militar o de inteligencia cubana, donde los estadunidenses tendrán prohibido realizar ciertas transacciones.
Estas incluyen dos ministerios, cinco empresas tenedoras, 85 hoteles, dos agencias de turismo, cinco marinas, 51 tiendas y 35 empresas derivadas de las tenedoras.
El gobierno dijo que para evitar un negativo impacto sobre empresas y algunos viajeros, los compromisos comerciales vigentes antes de este anuncio se seguirán autorizando, al igual que la mayoría de los viajes previamente organizados.
Pese a estos cambios, las relaciones entre ambos países continuarán y la embajada estadunidenses en La Habana se mantendrá abierta, aunque en meses recientes la administración Trump ha reducido la presencia de su personal diplomático en la isla.