En momento complicados como los que el mundo atraviesa en estos momentos, los recursos y activos intangibles de las empresas cobran especial peso. La reputación hoy es un tema vital.

Si bien los consumidores buscarán a las marcas por precio y cercanía, también es una realidad que la imagen y reputación de las compañías influye al momento de tomar una decisión de compra.

Los números de la reputación

La razón no es otra más que las garantías en la ecuación precio-beneficio que una buena calificación reputacional puede entregar a los clientes.

Su relevancia es de tal grado, que el 80 por ciento del valor total de una empresa reside en la buena gestión de sus activos y recursos intangibles, de acuerdo con Corporate Excellence – Centre for Reputation Leadership.

En este sentido, no resulta extraño que, de acuerdo con una encuesta realizada por BSI, el 23 por ciento de los consumidores afirma que compañía un producto de la empresa si su reputación se encontrara dentro del promedio, cifra que se eleva al 39 por ciento cuando hablamos de niveles de reputación fuertes y al 77 por ciento cuando la reputación alcanza una calificación de excelencia.

Ante un consumo interno que perece lento, las marcas deberán de trabajar sobre estas cifras para alcanzar un mejor posición en el mercado y no perder más de lo que ya han dejado de ganar.

Las mejores calificadas

Con esto en mente, cobra relevancia el listado entregado por Merco, mismo que en su octava edición enlista a las empresas con mejor reputación en el mercado mexicano.

Entre los rubros que se calificaron para llegar a estas conclusiones, se encuentran aspectos como el valor de marca, calidad laboral, ética corporativa, inversión en investigación y desarrollo, beneficios. Además se consideró la presencia digital de las firmas así como la opinión que los consumidores tienen de las mismas.

Con estas en mente, estas son las empresas con mejor reputación en el país son: 

La construcción de la reputación

Si bien todas empresas se caracterizan por poner en marcha agresivas campañas de comunicación y publicidad, este no es el único ni el mayor elemento que influye en la construcción de una reputación sólida.

Lograr el cometido exige el desarrollo de experiencias al cliente coherentes, con la capacidad de conectar todas las referencias de la empresa que llegan al cliente final; tanto aquellas que son evidentes como muchas otras que parecen invisibles.

Recordemos que si la experiencia del cliente no coincide con la reputación que profesa, el 50 por ciento de los consumidores está dispuesto a comprar productos de una marca de la que nunca había oído hablar de antes, de cuando con Goldsmiths University.

Destinar esfuerzos a la sólida construcción de una marca es vital en este camino, pero estas acciones de nada servirán si la coherencia no tiene el debido reconocimiento.