Las organizaciones están expuestas siempre a la amenaza de una crisis cuyas secuelas pueden impactar en su reputación e incluso tener consecuencias financieras. De ahí la relevancia de contar con un plan para la capacitación en gestión de crisis que permita a las organizaciones responder con agilidad y la resiliencia para lograr recuperarse con la menor interrupción o tiempo de inactividad posible.
Estadísticas identifican los tipos de crisis más comunes que han enfrentado las empresas en los últimos tres años, entre ellos: ataques en línea y en redes sociales, problemas en la cadena de suministro, complicaciones relacionadas con la diversidad y la inclusión, y el activismo de los accionistas, clientes u otras organizaciones. En cuanto al impacto que estas crisis suponen, sus principales preocupaciones incluyen cambios de liderazgo, huelgas y ciberseguridad.
Un evento en cualquiera de estas -u otras- categorías puede causar un gran daño a una organización. Por ello la conveniencia de la capacitación en gestión de crisis, ya que puede desarrollar las habilidades necesarias para mantener la continuidad del negocio en cuanto a sus funciones críticas, tanto durante como después de una crisis.
La formación para la gestión de crisis debe comenzar con la comprensión de la evaluación de riesgos. Algunas de las crisis que hoy tienen el mayor potencial para dañar a una corporación, eran inauditas antes de la llegada de la Internet. Y pueden surgir otras nuevas sin previo aviso, como vimos con la pandemia de COVID-19. Sea cual fuere la forma que adopte una crisis, una verdad ineludible es que el riesgo es inevitable.
Como inicio para un plan de gestión de crisis, hay que integrar una serie de escenarios de crisis, un inventario de vulnerabilidades, como probables o imposibles de prevenir. Luego, se integra un conjunto de protocolos de respuesta, por ejemplo, para la restauración de los sistemas, cierre de las instalaciones, evacuación, respuesta de la policía o los bomberos, llamada a profesionales externos, respuesta a consultas de los medios, etc. Estos protocolos de respuesta se adaptan a cada escenario y el equipo de gestión de crisis estará preparado para activarlos cuando se requiera.
La capacitación en gestión de crisis es un valor agregado para el desarrollo de un plan de gestión de crisis. También contribuye a que los líderes puedan definir las condiciones bajo las cuales se activarán los protocolos de respuesta y el mecanismo para alertar al equipo de gestión de crisis. No olvidar, que un plan de gestión de crisis debe especificar procedimientos para la recuperación poscrisis, para minimizar las consecuencias operativas, reputacionales y comerciales.
Otra ventaja de la capacitación para crisis, es que puede generar una mayor conciencia de las vulnerabilidades conocidas de una organización. Hace que los empleados sean más sensibles a la posibilidad de crisis y más proactivos a la hora de actuar ante los signos iniciales de una situación de riesgo.
Como beneficio adicional, desarrolla habilidades transversales, pues la capacitación no solo se limita a emergencias, sino que también desarrolla destrezas de trabajo en equipo, toma de decisiones bajo presión y comunicación efectiva. Estas habilidades son beneficiosas en diversas situaciones laborales.
La formación en gestión de crisis fomenta la resiliencia individual y organizacional. Y no solo eso, los empleados capacitados serán más adaptables y resistentes en entornos de cambio o incertidumbre.
Además, las organizaciones que celebran sesiones posteriores a la crisis pueden identificar formas de mejorar su plan de gestión. En este sentido, quienes superen una crisis pueden experimentar beneficios
futuros inadvertidos.
En resumen, un plan de capacitación en gestión de crisis contribuye a la preparación, la resiliencia y la eficiencia operativa de una organización, proporcionando a los empleados las habilidades necesarias para enfrentar y superar situaciones desafiantes. Los empleados estarán mejor preparados para identificar situaciones de crisis y aprenderán a responder de manera rápida y efectiva bajo presión.