• Los ex-empleados de Uber apuntan que el esquema con las acciones restringidas les ha costado, en conjunto, ocho mdd

• Apuntan que la plataforma podría haber manipulado maliciosamente su desempeño para evitar pagar una cifra superior de compensación

• Sin embargo, la app de taxis compartidos advirtió en su momento a los empleados que debían buscar orientación fiscal externa

La bolsa es un entorno volátil. Así como una compañía un día puede ser la reina del mercado bursátil, también puede estar al siguiente en una posición en la que sus títulos no tengan gran valor. Todos estos riesgos suelen ser bien entendidos tanto por los inversionistas como por las empresas mismas. A la vez, hay negocios que tienen un rendimiento constantemente negativo que termina afectando a muchos en su comunidad. Tal parece ser el ejemplo de la app Uber.

Según datos de El CEO, desde hace varias horas se dio a conocer que varios empleados de la compañía demandarán a la plataforma de taxis compartidos por su rendimiento en la bolsa. De acuerdo con cerca de 200 personas, entre personal activo y ex-trabajadores, Uber les dejó una carga de millones de dólares (mdd) en impuestos adicionales. Esto porque, apuntan, los puso en riesgo de elevar sus facturas fiscales si el precio de sus acciones bajaba luego de su IPO.

Los títulos de Uber han caído en un 11 por ciento desde su Oferta Pública Inicial (IPO) en mayo del año pasado. La plataforma de tecnología aseguró que las alegaciones de los trabajadores no tienen fundamento. Previo a su debut, la app repartió acciones restringidas a los empleados que podrían cambiar en una fecha posterior. Pero los impuestos a pagar por esos documentos se saldaron de inmediato, tomando en cuenta el superior precio con el que se salió a la bolsa.

Un asedio constante contra Uber

No es la primera vez que una compañía recibe una demanda de parte de colaboradores o de un grupo de ex-empleados. A final de 2019, Google recibió un recurso similar al que afecta ahora a Uber, pues cuatro antiguos colaboradores decían que se les despidió injustamente. En 2018, Nike recibió varias denuncias por discriminación de género por parte de su personal. Y Netflix también sufrió cuando una mujer dijo haber sido sacada de la marca por su embarazo.

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Pero el caso de Uber es especial. La compañía ha estado, desde prácticamente el inicio de su carrera, bajo controversias y una enorme presión de inversionistas, gobiernos, público y todos sus empleados y colaboradores. Por un lado su desempeño en la bolsa ha sido muy terrible, en respuesta de su imposibilidad para convertirse en un negocio viable. La pandemia tiró aún más el poco rendimiento de sus actividades, obligándola a realizar agresivos recortes globales.

A eso se debe sumar que varios gobiernos la tienen en la mira por la forma que remunera y trata a conductores y repartidores. Así que, independientemente si la demanda de este grupo de colaboradores de Uber es exitosa o no, podría ser solo un episodio más de su eventual caída. Ya muchos expertos temen que la plataforma jamás pueda ser viable ni dominar a su mercado. Entre más escándalos sufre, más probable es que sus inversionistas la abandonen.

Soluciones a la situación de la plataforma

Claro, Uber no es la única app de taxis o delivery que está en problemas. La compañía está en el mismo barco que Lyft en su lucha contra las autoridades de California, en Estados Unidos (EEUU). También ha compartido con Didi los dolores de cabeza que fue la llegada a México del impuesto digital. Además, también ha tenido que gastar mucho dinero tratando de prestar un apoyo a muchos de sus socios a raíz de la pandemia. Algo que comparte con su rival Cabify.

¿Hay alguna forma en la que Uber pueda empezar a volverse sustentable y pueda por fin dar una solución a muchos de los problemas que la aquejan por todas direcciones? Tal vez. Según Forbes, tiene un modelo básico que debería ayudarle a establecer economías de escala con relativa facilidad. My Wall Street apunta que podría empezar a monetizar sus datos de alguna forma. Y la Universidad de Pennsylvania cree que su única opción es perfeccionar su sistema.