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Estados Unidos y China sostendrán conversaciones para terminar con su guerra comercial.
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Si ambas partes no alcanzan un acuerdo para la medianoche del 1 de marzo, se produciría una escalada en la guerra comercial que ya suma siete meses.
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Las tarifas que Trump impuso en septiembre llevaron a medidas similares de represalia de China.
Los principales negociadores de Estados Unidos y China se reunieron este viernes para cerrar una semana de conversaciones que ha visto a ambas partes esforzándose para detallar cómo reducir las profundas diferencias sobre el rol de Beijing en el comercio mundial.
Si ambas partes no alcanzan un acuerdo para la medianoche del 1 de marzo, se produciría una escalada en la guerra comercial que ya suma siete meses.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aumentaría los aranceles a un 25 por ciento desde 10 por ciento a bienes importados chinos avaluados en 200 mil millones de dólares.
Trump se reunirá más tarde con el viceprimer ministro chino, Liu He, en el Salón Oval.
Un aumento en los aranceles sería un nuevo golpe a los manufactureros que lidian con la interrupción de su modelo de negocios causada por los aranceles mutuos impuestos en una guerra comercial que ha afectado a los mercados y ha frenado el crecimiento mundial.
Miembros del equipo negociador chino declinaron realizar comentarios sobre el estado las negociaciones el viernes cuando ingresaban a la oficina del Representante Comercial estadounidense, Robert Lighthizer.
Dos miembros de la delegación china indicaron a diversos medios no sabían si las conversaciones serían extendidas más allá del viernes.
Reuters reportó en exclusiva el miércoles de que ambas partes comenzaban a delinear un acuerdo sobre temas estructurales, redactando un lenguaje para seis memorandos de entendimiento sobre las reformas propuestas por China.
Ambas partes han iniciado nuevas negociaciones comerciales para abordar temas como transferencias de tecnología, propiedad intelectual, barreras no arancelarias, robos cibernéticos y agricultura.
Acordaron que los aranceles ya vigentes de 10 por ciento sí serían aumentados a 25 por ciento. Las tarifas que Trump impuso en septiembre llevaron a medidas similares de represalia de China.