La salud de la economía de los Estados Unidos determina, en gran medida, lo que suceda en el resto. La envergadura de su mercado, el más grande del planeta, guste o no, termina rigiendo las políticas económicas a nivel global.
“Estados Unidos volverá a subir las tasas de interés de referencia”, titulan los medios económicos internacionales y eso genera dudas en el resto del mundo, en especial en los países emergentes.
¿Por qué? El problema es que al ofrecer tasas más tentadoras, atrae a los inversores hacia su economía, inversores que salen de otros destinos para insertarse en el país de Donald Trump. Por otra parte, encarece el costo de los préstamos y genera tensión sobre el dólar.
Se lo define como “efecto aspiradora”, ya que atrae los dólares hacia los Estados Unidos, haciendo más costoso el financiamiento para los países emergentes, aun cuando puede generar inflación en la gran potencia mundial (por eso se maneja con tanta cautela).
Esta semana, la entidad comandada por Jerome Powell anunció una nueva suba. Será de un cuarto de punto para ubicarse en el rango de entre 1,75 y 2,00%. Es la segunda alza en lo que va del año y anticipa dos incrementos más en lo que resta de 2018.
“La información recibida desde mayo indica que el mercado laboral se ha continuado fortaleciendo y que la actividad económica ha estado aumentado a un ritmo sólido”, señaló la Fed en un comunicado al término de la reunión de dos días del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, en inglés), que dirige la política monetaria.
La decisión del Comité Federal se tomó de manera unánime con ocho votos a favor y ninguno en contra.
De inmediato, mejoraron las previsiones de crecimiento económico de Estados Unidos al 2,8% para este año, frente al 2,7% calculado en marzo, y la de inflación al 2,1%, por encima del 1,9 de tres meses atrás.
En Argentina, por ejemplo, la suba de tasas presiona aún más al tipo de cambio. El peso ya se devaluó casi 40 por ciento en los últimos seis meses y a pesar del anuncio de un crédito por 50.000 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional, nada parece frenarlo.
En México, el peso pasó este miércoles de terreno positivo a negativo, tras conocerse la determinación de la Reserva Federal de aumentar a mayor velocidad su tasa de referencia, tanto en este año como en el 2019.
La retirada de capitales de los mercados emergentes es todavía modesta, pero el dólar más fuerte fue, en parte, lo que motivó las recientes crisis en Argentina, Turquía y Brasil.