Tal como ya lo había prometido, Donald Trump anunció este jueves la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París contra el cambio climático, un hecho criticado a nivel internacional debido a que este país emite cerca del 17 por ciento de todos los contaminantes en el mundo.
Sin embargo, Estados Unidos se suma a la lista de tres países que no forman parte del tratado para disminuir las emisiones contaminantes y que la constituyen Siria y Nicaragua.
El objetivo del Acuerdo de París, que fue firmado por más de 190 países y entró en vigor el año pasado cuando Estados Unidos era presidido por Barack Obama, es mantener el aumento de la temperatura global debajo de los 2 grados respecto a los niveles preindustriales.
Con esta acción, se busca evitar un umbral que, de acuerdo con diversos estudios científicos, puede tener consecuencias irreversibles para las capas de hielo, los mares y otras partes de la Tierra.
Estados Unidos es considerado el mayor generador histórico de dióxido carbono; sin embargo, hace cerca de 10 años China era el país con la principal fuente de emisión de gases de efecto invernadero.
¿Qué pasa con Siria y Nicaragua?
x, debido a que Siria, por su parte, se encuentra sumida en una guerra civil y Nicaragua por unas razones que no tienen nada que ver con las que han llevado a Donald Trump a salirse del pacto.
Nicaragua rechazó el acuerdo internacional no porque no quisiera acatar los nuevos estándares para reducir emisiones contaminantes sino porque los que establece el acuerdo no eran suficientemente estrictos con las naciones más ricas y las economías más grandes del planeta.
En otras palabras, Nicaragua pensó entonces que el acuerdo era “demasiado débil”.
“Nicaragua tiene 4,8 millones de toneladas de emisiones al año, eso es 0,03 por ciento de las emisiones (globales). ¿Somos nosotros responsables de haber creado el cambio climático? No, para nada”, indicó Paul Oquist, jefe de la delegación nicaragüense.
El diplomático apuntó entonces que los países más desarrollados, las 10 economías más grandes del planeta, eran responsables de 72 por ciento de las emisiones de CO2.
Durante años los países en desarrollo han argumentado que como los países más ricos son los más contaminantes, son ellos los que deben comprometerse de forma más estricta con la reducción de sus emisiones.
El consenso que se logró en el acuerdo de París, sin embargo, es que todos los países tienen la misma responsabilidad y como tal, todos deben comprometerse a reducir sus emisiones, aunque cada uno establecerá sus límites de forma voluntaria.
El argumento de Trump
“Con el objetivo de cumplir mi solemne obligación de proteger a Estados Unidos y sus ciudadanos, Estados Unidos se retirará del acuerdo climático de París”, afirmó Trump este jueves en la Casa Blanca.
El mandatario sugirió que considerará regresar al acuerdo en caso de que los “términos sean justos para Estados Unidos, sus negocios, sus trabajadores, su gente y sus contribuyentes”.
“El acuerdo es una masiva redistribución de la riqueza de Estados Unidos a otros países”, indicó.
El mandatario estadounidense señaló que de seguir con los términos del Acuerdo de París, le costaría a su nación cerca de 2.7 millones de empleos para 2025.
“Fui elegido por los ciudadanos de Pittsburgh, no de París”, inquirió el mandatario estadounidense, en una de sus declaraciones más polémicas durante el anuncio.
Durante la cumbre de naciones del G-7 celebrada el fin de semana pasado, funcionarios europeos y canadienses advirtieron a Trump que Estados Unidos se arriesgaba a ceder su liderazgo global a China en la lucha contra el cambio climático si se retiraba del acuerdo de París.
En esa reunión se negó a firmar el acuerdo, argumentando que tenía que revisarlo.
Tras el anuncio efectuado por Trump, los gobiernos de Francia, Italia y Alemania hicieron público un comunicado conjunto lamentando la decisión.