A unos días de que realice una visita histórica a Cuba, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció una serie de medidas que eliminan restricciones a los estadounidenses en lo relacionado con visitar la isla y hacer negocios con los cubanos.

El domingo Barack Obama visitará Cuba. La última vez que un presidente estadounidense pisó la isla fue hace 88 años. Esto ocurre luego de la normalización de relaciones entre ambos países, la reapertura de ambas embajadas y cambios en la política entre los países que antes eran considerados enemigos.

Las relaciones entre Cuba y Estados Unidos se volvieron complicadas a principios de la década de los sesenta, cuando Fidel Castro llegó al poder tras una revolución y se alió con la Unión Soviética (hoy Rusia). En ese entonces el gobierno norteamericano estableció un embargo comercial que prohibe que empresas de ese país, y otros, realicen negocios en Cuba.

A más de dos décadas de que terminó la Guerra Fría y a un par de años de la muerte de Hugo Chávez, quien dio vida extra al régimen cubano con apoyo económico, los cambios comerciales están por llegar a la isla.

El año pasado Barack Obama y Raúl Castro, presidentes de ambas naciones, restablecieron relaciones y se abrieron las embajadas después de más de cinco décadas cerradas.

Hoy, a unos días de que Obama vaya a Cuba, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció modificaciones en algunas restricciones, de acuerdo con reportes del NY Times y USA Today.

Por un lado, los estadounidenses que quieran vistar la isla no tendrán que ir obligatoriamente en grupo y podrán hacer viajes personales “con fines educativos”. Aún así, deberán mantener un registro de las actividades que realicen. Esto es previo a la reapertura de vuelos comerciales directos entre EUA y Cuba, los cuales ocurrirán a partir del otoño.

Otro cambio es que los cubanos que trabajan en Estados Unidos, incluidos artistas y deportistas, estarán autorizados para recibir salarios de compañías estadounidenses y además podrán enviar pagos a Cuba a través de instituciones bancarias. Esto se considera el primer paso para que los atletas, especialmente los beisbolistas, puedan jugar en Grandes Ligas sin tener que escapar de Cuba. Durante la visita de Obama habrá un juego de beisbol entre un equipo cubano y uno de EUA.

Estas modificaciones parecen simples en un mundo en el que el embargo comercial es algo absurdo, pero son parte de los cambios trascendentales que están ocurriendo para Cuba.

Todo indica que dentro de un año, el panorama del turismo, la economía y las restricciones en Cuba será muy distinto al que se observa hoy. De hecho no falta mucho para que regrese la publicidad a Cuba (en la actualidad no existe). Multinacionales de la publicidad como WPP ya trabajan en la búsqueda de oportunidades comerciales para aprovechar conforme se eliminen las trabas.

Otra cosa que podría cambiar pronto es la posibilidad para las marcas y agencias estadounidenses de grabar anuncios para sus campañas publicitarias en los escenarios cubanos.

Lo que es un hecho es que los cambios en Cuba son ya prácticamente imparables y los creativos y mercadólogos que quieran conocer los detalles de una sociedad que está a punto de transformarse tienen sólo unos meses para visitar la isla, porque no sería sorpresa que el año próximo, o el que le sigue, haya un McDonald’s en La Habana.