Para el análisis de esta semana debemos recurrir a la historia para recordar, muchos no lo vivieron o no lo tienen en el radar , que los Estados Unidos y Cuba, si tuvieron en 1902, relaciones diplomáticas.
Uno de los sucesos que hacen que esta alianza establecida a principio del siglo pasado se rompiera, fue la invasiĂłn a la BahĂa de Cochinos, en abril de 1961 misma que fue operada por la CIA utilizando a Cubanos exiliados y que tenĂa como misiĂłn final, derrocar a Fidel Castro.
Cabe recordar en esta ocasión este pasaje histórico, toda vez que Joe Biden, tal y como lo hiciera Barack Obama, en enero del 2015, ha iniciado una nueva intentona con un modelo muy simple de implementación que pudiera destrabar este añejo desencuentro.
Tomemos en cuenta, estimados lectores de Merca2.0, que el conflicto incluye un embargo comercial que data de los años noventas y que tiene un carácter extraterritorial que establece sanciones a terceros paĂses que tengan subsidiarias a empresas americanas y a barcos que comercien con la Isla Caribeña.
Con todo lo anterior como marco contextual, el actual inquilino de la Casa Blanca, ha emprendido un diálogo con las autoridades cubanas que les permita alcanzar un feliz acuerdo geopolĂtico.
William LeoGrande, autor de Back Channel to Cuba, comenta en su libro que el timing para enderezar este diálogo se basa en este argumento: ¨Hoy es un nuevo momento en la polĂtica del presidente demĂłcrata hacia Cuba ya que el bochorno provocado por el boicot parcial de la cumbre de las AmĂ©ricas fue la que rompiĂł la parálisis de la polĂtica Biden que habĂa mantenido las sanciones hacia la Isla diseñadas por Trump, hoy podemos afirmar que Biden lanzĂł su propio plan¨.
El encuentro más reciente se llevó a cabo hace unas semanas en la Habana e involucró a altos funcionarios del Departamento de Estado y la Guardia Costera quienes se entrevistaron con sus pares cubanos para explorar acuerdos en contra de la lucha contra el terrorismo, el tráfico de drogas, la migración y el tráfico de personas.
Al parecer, con solo dos movimientos polĂticos se pudieran planchar los acuerdos y estos se refieren a la liberar a los presos polĂticos y garantizar la inversiĂłn extranjera en el sector privado de la isla, acciĂłn que deberĂan operar los cubanos.
Biden por su parte, deberá quitar a Cuba de la lista de los paĂses terroristas y esperar que los americanos inviertan allá. De este modo, el proceso no será tan complicado y pareciera que ahora sĂ, se activarĂa una soluciĂłn tanto tiempo esperada.
Esperemos que este cabildeo tenga Ă©xito.
Nos encontraremos más adelante.