Estados Unidos “recordará” el voto la próxima vez que un país le pida apoyo financiero o político, dijo este viernes la embajadora estadounidense, Nikki Haley, durante la resolución que rechaza la decisión de Estados Unidos de designar a Jerusalén como la capital de Israel.
Pese a las amenazas de Estados Unidos de retirar ayuda a los países que se manifestaran contra su idea de reconocer a dicha ciudad como la capital israelí. 128 países votaron a favor, 9 en contra y 35 se abstuvieron.
[URGENTE] La Asamblea General aprueba la resolución que rechaza la decisión de EEUU de reconocer #Jerusalén como capital de Israel.
128 a favor
9 en contra
35 abstenciones pic.twitter.com/W3HaJmoLaG— Noticias ONU (@NoticiasONU) 21 de diciembre de 2017
Canadá, Argentina, Australia, Colombia, México y Paraguay formaron parte abstenciones; en tanto que Guatemala y Honduras fueron naciones que votaron en contra del documento.
El representante permanente de México ante la ONU, Juan José Gómez Camacho, explicó que aunque su país está en desacuerdo con “la decisión unilateral de Estados Unidos de declarar a Jerusalén como capital de Israel”, una sesión de emergencia parecía “desproporcionada”.
El diplomático mexicano expresó ante la Asamblea General que su país mantendrá su embajada en Israel en la ciudad de Tel Aviv, y que seguía apoyando firmemente la solución de dos Estados, de acuerdo con fronteras internacionalmente reconocidas en resoluciones de la ONU.
Pidió además a Israel respetar “el carácter especial y preservar las singulares características espirituales y religiosas de los lugares sagrados de la ciudad”.
Asimismo, enfatizó: “Recordemos que Jerusalén es también Palestina, por lo que el sector oriental de esta ciudad debe ser su capital”.
Cabe recordar, que este año la relación entre México y Estados Unidos ha sido complicada, debido a las políticas antiinmigrantes de Donald Trump, su intención de construir el muro fronterizo y la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), por lo que este nuevo episodio será recordado en los próximos acontecimientos.
Al margen de los discurso conciliatorios, la sesión estuvo plagada de intervenciones con escasos precedentes históricos que destacó Nikki Haley, quien amenazó tanto a este organismo como a la comunidad internacional.
“Ningún voto en la ONU hará una diferencia (para Estados Unidos) pero sí hará una diferencia en la manera en que los estadunidenses trabajan en la ONU y en cómo veremos a los países que nos falten al respeto en la ONU. Este voto será recordado”, amagó la diplomática.
En su intervención, Haley calificó el voto como “un insulto” que no sería olvidado, y que tendría consecuencias tanto en los recursos que invierte Estados Unidos en la ONU como en el respaldo que ofrece a otras naciones.
La representante señaló que Estados Unidos recordará este día “cuando seamos llamados una vez más para hacer la mayor contribución a la ONU, y lo recordaremos cuando numerosos países nos llamen, como a menudo lo hacen, para que paguemos más y para usar nuestra influencia para su beneficio”.
El texto fue presentado luego que el lunes pasado Estados Unidos ejerció su derecho de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, a fin de bloquear una resolución que condenaba su decisión de designar a Jerusalén como la capital de Israel.
El documento aprobado este jueves por la Asamblea General no es legalmente vinculante, aunque sí representa una muestra del respaldo moral y diplomático a la lucha de Palestina y a los esfuerzos de paz en Medio Oriente.
El texto establece que “todas las decisiones y los actos que pretendan haber modificado el carácter, el estatuto o la composición demográfica de la ciudad santa de Jerusalén no tienen efecto jurídico alguno, son nulos y sin valor y deben revocarse”.
Los miembros de la ONU hacen igualmente un llamado a todos los Estados para que se abstengan de establecer misiones diplomáticas en Jerusalén, al contrario de que lo hará Estados Unidos.