En la Argentina (como en gran parte del mundo) no se pueden comprar y luego revender entradas a espectáculos deportivos o musicales. Sin embargo, la falta de controles es alarmante y en cada juego o show de mediana o gran trascendencia, vuelve a ocurrir.
La diferencia en este caso es el método que este argentino utilizó para ofrecer una entrada para el partido que el 5 de octubre disputarán Argentina y Perú como parte de las Eliminatorias para Rusia 2018: la publicó en Internet como un “regalo” extra a un bolígrafo que estaba vendiendo.
Así es, con la idea de evitar ser “baneado” por vender algo de forma ilegal, publicó un aviso ofreciendo a la venta “Marcadores (bolígrafos)” y, de regalo, una “entrada para ver Argentina Perú en la Popular Sur” de La Bombonera, el estadio de Boca Juniors que será sede del encuentro clave para saber si Argentina estará o no en la próxima Copa del Mundo.
El precio de venta de un bolígrafo de ese tipo no supera los 30 ó 40 pesos argentinos (menos de US$ 2), pero éste en particular se estaba ofrecido a 2.999 pesos, es decir, más de US$ 160, lo que hace evidente cuál es la intención oculta del vendedor. El precio de venta oficial de la misma entrada era de 550 pesos.
Si bien el artículo estuvo a la venta un buen tiempo, cuando se viralizó la captura de la oferta, fue levantado.
Esta prohibida la reventa. Argentina siempre un paso adelante de la humanidad. pic.twitter.com/FJD3oNc5Ys
— Demian (@endemianado) 26 de septiembre de 2017
Sin pretender hacer apología de la venta ilegal, lo que se intenta con este artículo es poner en evidencia que aunque se pregone desde todos los ámbitos (organizativos, gubernamentales y policiales) que se está combatiendo este tipo de prácticas, la realidad es muy distinta.
Así como este vendedor solitario (e ingenioso, por cierto) de una entrada popular para ver un juego de las Eliminatorias a Rusia, hay otros cientos ofreciendo tickets de forma ilegal a través de las redes; y el control es nulo. Como también lo será el propio día del partido, cuando horas antes del juego se ofrezcan entradas en el ingreso al estadio, y mucho más caras, por supuesto.
Las entradas populares fueron puestas a la venta a través de la empresa Ticketek y se agotaron en 20 minutos. Es increíble que en pleno siglo 21 no se instrumente un sistema para que miles compren entradas con el posterior objetivo de revenderlas a cinco o seis veces más de su valor.