Si bien la impresión fotográfica no ha desaparecido, lo cierto es que el desarrollo de plataformas digitales, dispositivos móviles, redes sociales y diferentes aplicaciones han permitido -además de que más gente tenga acceso a la realización y captura de fotografías- que muchos opten por dejar sus imágenes sólo en las pantallas.
Ello podría representar un beneficio para el medio ambiente, toda vez que se deja de lado un consumo elevado de papeles fotosensibles y el uso de líquidos fijadores. Los primeros ocupan celulosa proveniente de árboles y los segundos se encargan de contaminar las aguas, aunque esto no signifique que los dispositivos digitales no representen un costoso gasto de energía y que requieran, para su manufactura, de materiales que posteriormente serán difíciles de eliminar.
En este contexto, la marca Fujifilm de México aduce que es mejor regresar a la impresión de imágenes con la campaña “Volvamos a imprimir”. El argumento principal de esta firma radica en que miles de imágenes capturadas a través de dispositivos móviles se pierden en nubes, discos duros y demás dispositivos de almacenamiento… incluso en los teléfonos celulares que se renuevan constantemente, lo que hace que los recuerdos corran riesgo de perderse con el paso del tiempo y los años.
Quizás en el consumismo extremo radica el principal problema que la humanidad enfrenta en la actualidad y tal vez esa sea la razón por la que no ha sido posible encarar de frente dificultades como la contaminación y la acumulación de desperdicios que no son fáciles de reciclar ni re reutilizar.
En todo caso, lo ideal sería buscar un equilibrio entre lo que se utiliza de verdad y lo que no se emplea con fines verdaderamente necesarios. Por un lado, hoy resulta más sencillo imprimir una imagen a través de métodos digitales y no todo un rollo de película fotosensibles, lo que facilita la concurrencia a centros de impresión fotográfica, aunque eso no elimine la realidad de que hoy por hoy se capturan mucho más imágenes que en el pasado -la propia marca informa que existen estimados que indican que en sólo dos minutos de la actualidad se hacen más encuadres fotográficos en el mundo que todos los que se realizaron durante el siglo XIX a nivel global.
La recomendación es que se deben realizar estas acciones de impresión fotográfica sólo cuando se trate de un valor verdaderamente emotivo o exista la necesidad de conservar imágenes y tener testimonios de momentos… de lo contrario, es mejor que las imágenes se puedan apreciar desde las pantallas.