Los drones son una de las tendencias en el mundo de los negocios y la mercadotecnia que mayor crecimiento están registrando en los últimos años. Sus aplicaciones en rubros que van desde el “espionaje”, seguridad, misiones de reconocimiento y rescate, hasta acciones de marketing y espectáculos, son sólo algunas de ellas.
Tan sólo durante 2015, el mercado de drones comerciales superó los mil 200 millones de dólares, y se proyecta que para finales de 2016 será mayor a los 5 mil 100 millones de dólares, según datos de Statista.
Una de las compañías que ve un futuro promisorio en esta tecnología es AT&T, que concretó una alianza con Qualcomm Technologies para probar naves no tripuladas utilizando las tecnologías 4G LTE y la Snapdragon Flight platform.
El objetivo es probar la capacidad de conectar los drones mediante sus torres de comunicación, las mismas que se usan para smartphones y los automóviles conectados a banda ancha móvil, a la vez de medir la capacidad para su maneobrabilidad a distancia.
La estrategia de AT&T es mostrar que su red LTE es capaz de ofrecer esta conectividad para que otras empresas la utilicen en sus drones para ofrecer diversos servicios a los consumidores o en sectores como el monitoreo en tiempo real de su mercancía y propiedades, flota de vehículos, ayudar con emergencias, y el futuro la entrega de productos.
La compañía trata de aprovechar la nueva regulación de la Federal Aviation Administration (FAA) en la que se hacen más flexibles, ahora los negocios, sector agrícola, agencias del gobierno y los investigadores académicos, podrán trabajar con drones sin tener que conseguir una licencia de piloto, bastará con tener un certificado.
Ya hay compañías que buscan hacer uso de esta nueva regulación para implementarla en sus servicios. Amazon está trabajado en un servicio Premium de entrega mediante drones, GoPro anunció que el próximo 19 de septiembre presentará el dron Karma que podría ser aplicada en deportes extremos y en el sector de entretenimiento, Domino’s Pizza desde hace meses trabaja en un programa -a prueba en Nueva Zelanda- para hacer entrega de pizza con aviones no tripulados.