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Los avances en Inteligencia Artificial (IA) son cada vez más complejos. Marcas como Facebook han empezado a invertir en sus propios programas para mejorar la experiencia de los usuarios. Walmart ya también utiliza este sistema en tiendas físicas. Incluso hay compañías que han diseñado software capaz de vencer a gamers profesionales o crear música desde cero. Y su más reciente hito es, aparentemente, dejar que los perros hagan sus propias compras.
Con un comercial, la cadena brasileña Petz presentó su IA Pet-Commerce. Este programa promete convertir a los perros en consumidores activos a través de su portal en línea. De acuerdo con el anuncio, las personas pueden reproducir videos para sus animales. Con la cámara de la computadora o el smartphone, el software analizará la reacción y expresiones faciales de sus mascotas. Así, puede calificar qué tan interesado está en el nuevo juguete.
Si un perro parece aprobar un juguete, el sitio agregará inmediatamente el producto al carrito de compra. Según Adweek, la IA aprendió usando miles de fotografías de perros. Leonardo Ogata, un entrenador de mascotas, apunta que se utilizaron docenas de expresiones y cruzas para que el software supiera identificar correctamente la aprobación de los animales. Además, se usaron ciertos colores en los videos para ayudar a las mascotas a la visualización.
IA, una apuesta tecnológica de alto riesgo
Petz no es la única compañía que está apostando por el reconocimiento facial para su modelo de negocio. En México, Sports World está empezando a usar esta IA para permitir el acceso a las instalaciones a sus usuarios. Y en mayo del año pasado, Ticketmaster consideró usar la tecnología para reemplazar sus boletos a la entrada de conciertos y otros eventos. Eso sin contar las (a veces no tan afortunadas) aplicaciones que Apple ha encontrado para el software.
Es probable que la iniciativa de Petz no pase de ser un stunt publicitario para generar simpatía entre los dueños de mascotas. Una estrategia inteligente, si se considera que 44 por ciento de los hogares con animales tiene un perro. Pero es casi seguro que la IA de la compañía no tendrá un aceptable nivel de precisión como para justificar su uso consistente. Al final, ni siquiera Microsoft confía que sus propios programas tengan una sofisticación adecuada.
Lo que sí hace este proyecto es presentar cómo la IA puede analizar a una mayor población de consumidores de la establecida. Si un software con un entrenamiento ligero puede identificar la aceptación de un perro hacia un juguete, ¿a qué otros segmentos se podría aplicar esta misma lógica? Tal vez en unos años se podría ver un sucesor de Pet-Commerce, pero que en lugar de estar enfocado a animales pretenda leer las reacciones de infantes.
Incluso dejando de lado la posibilidad de convertir a infantes en consumidores activos, ya hay prototipos capaces de recopilar información compleja en consumidores adultos. Según AP, un anaquel inteligente fue presentado a finales de abril en Nueva York. Éste era capaz de adivinar el estado de ánimo de las personas enfrente de él. Con todas las preocupaciones en protección de datos, ¿qué futuro, además de controversial, puede tener la IA en retail?