El desembarco de Uber en Argentina está empantanado en las ciudades más grandes del país, especialmente en Buenos Aires, donde la resistencia llega a través de una serie de denuncias y amparos impulsados por el sindicato que agrupa a los taxistas, más la resistencia de las mismas autoridades gubernamentales.
Sin embargo, hay ciudades más pequeñas que ya están empezado a ver como posibilidad apoyar la legalización del servicio de transporte por medio de una app: la primera fue Mendoza, la quinta ciudad del país por cantidad de habitantes, y la segunda podría ser Jujuy, en el extremo noroeste.
En este último caso, la estrategia de Uber para anular las quejas de los taxistas sería ofrecer sumarlos a la plataforma. En lugar de que sea una competencia, Uber puede ser un aliado.
El servicio en Jujuy podría comenzar a funcionar en breve, según le dijo a El Tribuno el ministro provincial de Cultura y Turismo, Federico Posadas. “Estamos planteando la posibilidad de que se instale en la provincia en función de que es algo que funciona muy bien en las grandes ciudades del mundo, sobre todo vinculado al turismo”, dijo el funcionario, según publico Apertura.
Según el mismo medio, Posadas dijo que la firma podría desembarcar en Jujuy integrando también a los taxistas y remiseros a su plataforma. “Es la forma en la que creemos que se podría implementar”, señaló.
Más allá del interés de la provincia de Jujuy, la llegada de Uber aún no ha sido avalada por las autoridades del municipio de la capital, San Salvador de Jujuy. Allí, el secretario de Servicios Públicos de la Municipalidad, Guillermo Marenco, rechaza la iniciativa.
La llegada de Uber a la Argentina está trabada aún cuando en otros países de América latina trabaja con normalidad. Mucho tiene que ver la resistencia de los gremios de los dueños de taxis y la propia Justicia, que con el aval de algunos sectores gubernamentales, han puesto trabas.
A fines de agosto, la tecnológica recibió una buena noticia cuando la Corte Suprema de Justicia desestimó, de manera unánime, un recurso extraordinario en su contra presentado por el Sindicato de Peones de Taxi de Ciudad de Buenos Aires, pero el aval es aún una expresión de deseo.
En Brasil
En Brasil sucede exactamente lo mismo y, más allá de las quejas de los conductores de taxis, la oposición a la app se basa en la resistencia de la Justicia en el formato de relación “Uber-conductores”.
Por ejemplo, un fallo de un juez brasileño de 2017 reconoció el vínculo laboral entre un chofer y la App (algo que la empresa desconoce en todas partes del mundo) y la consideró como “una empresa de transportes de la era de la pos-verdad” y no apenas una aplicación tecnológica que vincule a viajeros y conductores de automóviles.
“El relato de Uber de que los choferes tienen flexibilidad horaria e independencia para usar la aplicación digital sobrevive apenas en el campo del marketing. Uber es una empresa de transportes”, dijo el magistrado en su fallo a favor del demandante.