El pasado 2 de marzo Snap Inc debutó en el mercado bursátil, específicamente en la NYSE. Fue una de las ofertas públicas iniciales más esperadas en el sector tecnológico en años. Durante el primer día como empresa pública, las acciones de SNAP se colocaron en 24 dólares. El 3 de marzo se cotizaban en 28.84 dólares. De ahí en adelante todo es caída.
Poco más de un mes de su debut en la Bolsa de Valores de Nueva York, Snapchat ha visto una pérdida del 15.44 por ciento de su valor. Aún así, tiene una capitalización en el mercado de 24 mil 340 millones de dólares. Está lejos de los 408 mil millones de Facebook pero por encima de los 10 mil 460 millones USD del valor de mercado de Twitter.
A finales de 2014, entre los miles de correos electrónicos que salieron a la luz tras el hackeo a Sony Pictures, se reveló que Facebook intentó comprar Snapchat y que ofreción más de 3 mil millones de dólares, pero Evan Spiegel no aceptó. Aún y cuando a él le tocarían mil millones USD al completarse la transacción.
Tras la filtración Mark Zuckerberg no estaba nada contento y, de acuerdo con un reporte de Business Insider, culpó a la gente de Snapchat por la información filtrada.
Meses más tarde comenzaron a volverse comunes los titulares como “Facebook le copia a Snapchat”. Instagram, la popular app para compartir fotos y videos cortos, propiedad de Facebook, presentó Stories: la capacidad de publicar videos en formato vertical que desaparecen en 24 horas. Igual que Snapchat.
Después llegaron los filtros y las “novedades” llegaron a las otras apps de la empresa de Mark Zuckerberg, como Whatsapp y la app de Facebook. Hoy es normal ver características surgidas en Snapchat en otras plataformas.
¿Por qué Facebook copia a Snapchat? ¿Realmente a los adultos que usan la red social les gusta utilizar los formatos favoritos de los adolescentes? No necesariamente. Entonces la estrategia de Mark Zuckerberg podría ser una estrategia para que Snapchat no crezca.
El mal momento que vive SNAP en el mercado de valores se debe en gran medida a que no hay una estrategia clara para incrementar el número de usuarios. Rápidamente podría vivir lo que le pasó a Twitter: se estancó en los 300 millones de usuarios activos y el mercado lo castigó por no ofrecer nuevos ojos a los anunciantes.
Si Snapchat quiere crecer y ofrecer mayores opciones a las marcas que invierten en publicidad tiene que atraer al público más allá de los adolescentes. El gran problema que tiene ahora es que para los adultos ya no es un misterio o una novedad, como antes, debido a que ya conocen las funciones gracias a Instagram, Facebook y Whatsapp.
El mal inicio de Snap en el mercado bursátil no significa que su futuro esté definido, pero para poder crecer tendrá que apostar por la innovación y crear formatos novedosos que Facebook tarde en copiar.
