Basta con mencionar que las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) son las principales generadoras de empleo y productividad económica del Producto Interno Bruto (PIB) para comprender su relevancia para México.
La nación mexicana tiene unas 4.1 millones de unidades de negocio registradas en el sector de las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPyMEs), según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y generan 7 de cada 10 empleos.
Si bien uno de los obstáculos más grandes que han enfrentado durante los últimos años es sobrevivir más allá de un año de operación, ahora hay un reto mucho más fuerte enfrente: la crisis sanitaria. El 66 por ciento de ellas tuvo una disminución de sus ingresos, comparado con lo registrado un año previo y más aún, el 30 por ciento anticipa que tendrá dificultades de flujo de efectivo. Aunque, el 58 por ciento se mantiene optimista.
Al final, las ha mermado pero han resistido al menos 6 de cada 10. De acuerdo con una investigación realizada por Facebook y la OCDE, el 61 por ciento de las PyMEs en México han mantenido sus operaciones activas durante la era de la contingencia.
Pero en medio del auge del e-commerce cada una debe ejecutar un papel perfecto para poder sobrevivir, el comercio electrónico es clave para todas las industrias y la mejor oportunidad ante esta nueva era llena de retos e incertidumbre.
Para ser precisos, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), para 3 de cada 10 pequeñas y medianas empresas del país, las operaciones de comercialización en línea podrían representar hasta 31 por ciento de sus ventas totales.
De hecho, 6 de cada 10 cuentan con alguna modalidad de venta online y bajo ese panorama han conseguido salir adelante, apresuradas por procesos funcionales, que tardarían años en ejecutarse a la perfección, pero que ante la premura han resultado funcionales, aunque perfectibles.
Desde PayU refuerzan esta postura, pues durante los primeros siete meses del año aumentaron los compradores en línea, ante comercios que pasaron de tener 5,1 millones de compradores mensuales en promedio, a un total de 8,9 millones en julio.
La carta de las PyMEs
En este sentido, surge una opción que parece ser el camino más sencillo y la carta que se pueden jugar ante el crecimiento acelerado del e-commerce: las apps. Parece un tema sencillo pero no lo es, aunque las cifras aclaran este panorama.
De acuerdo con el reporte “The State of Shopping Apps Marketing“, de AppsFlyer, México es el noveno país con más instalaciones de aplicaciones de comercio electrónico a nivel mundial. Esto es, los usuarios digitales están dando un dato clave: están confiando en las apps de e-commerce en el país y las PyMEs podrían aprovechar al máximo ese.
Entre abril y junio, estas aplicaciones en la nación aumentaron un 90 por ciento en uso y un 20 por ciento en ingresos debido a la contingencia y el cierre de negocios no esenciales.
Además, esta temporada podría ser aún más poderosa para quienes aprovechen esta carta, ya que viene el Buen Fin y su foco central estará en el comercio electrónico, así que impulsaría aún más la descarga de este tipo de apps. La temporalidad definitivamente deja expectativas muy altas.
Los comercios espera que 4 de cada 10 tengan un crecimiento de al menos 50 por ciento en su canal de venta online y los afiliados de la AMVO prevén que las ventas por internet representen cerca del 30 por ciento de las ventas totales durante esta temporada de descuentos
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