En CEO como Mark Zuckerberg o Elon Musk las compañías encontraron embajadores ideales para conectar con sus consumidores. Con ellos, el CEO pasó de ser personal protagonista dentro de la empresa, a un personaje público que crece el valor de marca cuando se maneja de la manera correcta.
Es ahí donde se encuentra la clave, en que el directivo proyecte la imagen adecuada para la compañía. Los CEO se han vuelto una pieza tan importante actualmente, que es trascendental estudiar a quienes lo han hecho bien hasta ahora.
Diversos estudios se enfocan en las características ideales del directivo, pero existe una en especial en la que todos coinciden: perseverancia.
La RAE define este término como “mantenerse constante en la prosecución de lo comenzado, en una actitud o en una opinión”. En cuanto a los CEO. se refiere a ser constante en sus estrategias y en procurar de su preparación.
Es decir, las grandes marcas comenzaron en un punto en donde el fundador enfrentó fracasos, pero fue perseverante hasta lograr el éxito. Este es el sentido que hace indispensable a dicha característica.
De forma ideal debería complementarse con inteligencia, astucia y una actitud permanente de eliminar debilidades y maximizar las capacidades.
Según IBM Watson, se debe ser asertivo. Los grandes líderes coinciden en mostrar una personalidad confiada y contundente; es decir, seguro de sí mismo y con cualquier situación bajo control.
Una compañía exitosa coincide en un CEO perseverante, en un esfuerzo por colocar a un líder reflejo del esfuerzo de todos los empleados y las estrategias detrás del producto o servicio que ofertan al consumidor.