- La Haya vetó la publicidad de productos y servicios relacionados con combustibles fósiles en espacios públicos.
- La ciudad busca ser neutral en carbono para 2030 y desalentar el consumo de productos contaminantes.
- La medida busca motivar a los ciudadanos a tomar decisiones más sostenibles y fomentar la promoción de energías renovables.
La Haya, en los Países Bajos, dio el primer paso: se convirtió en la primera urbe en el mundo en vetar la publicidad de productos y servicios relacionados con combustibles fósiles.
En efecto, las autoridades municipales aprobaron una normativa que eliminará los anuncios de gasolina, diésel, vuelos, cruceros, vehículos de combustión interna y proveedores de gas en los espacios públicos de la ciudad.
Esta medida, que incluye tanto campañas financiadas por fondos públicos como por el sector privado, entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2025.
La prohibición marca un avance histórico al ser la primera vez que una ciudad adopta una postura tan firme contra la promoción de productos con alta emisión de carbono.
El origen de esta ley se remonta a 2021, cuando un grupo dentro del consejo municipal presentó una propuesta argumentando que no resultaba coherente que una ciudad con objetivos de neutralidad de carbono permitiera anuncios que promovieran productos altamente contaminantes.
Cambios en el código de publicidad de La Haya
La Haya tiene la meta de ser una ciudad neutral en carbono para el año 2030, y para cumplir con este objetivo, el gobierno local consideró que era esencial acabar con la promoción de productos y servicios que contribuyen al cambio climático.
Según los defensores de la ley, la publicidad de estos productos no solo normaliza su consumo, sino que también desalienta la adopción de opciones más sostenibles.
Así, eliminar este tipo de anuncios representa una forma de motivar a los ciudadanos a tomar decisiones más amigables con el medio ambiente.
El movimiento ha sido celebrado por diversas organizaciones y activistas que luchan por la protección ambiental.
Muchos ven en esta medida una oportunidad para que La Haya se convierta en un referente global en la lucha contra el cambio climático.
Grupos políticos locales dicen que la eliminación de los anuncios relacionados con combustibles fósiles permitirá destinar mayores recursos a la promoción de energías renovables y a campañas que fomenten la sostenibilidad, dice Bloomberg.
Por otro lado, aunque la ley prohíbe la publicidad de productos relacionados con combustibles fósiles, no cubre todas las formas de promoción comercial de las marcas en general.
Otros ejemplos
Algunos otros municipios ya han comenzado a seguir el ejemplo. Localidades de los Países Bajos como Zwolle y Tilburg están en proceso de aprobar normativas parecidas, mientras que en Ámsterdam ya existen algunas restricciones sobre la publicidad de productos contaminantes.
Fuera de los Países Bajos, ciudades como Toronto, en Canadá, y Graz, en Austria, también han empezado a trabajar en regulaciones que limiten la promoción de bienes y servicios que contribuyen a la crisis climática.
Edimburgo, la capital de Escocia, aprobó este año una regulación que prohíbe los anuncios de empresas vinculadas a combustibles fósiles, aerolíneas, automóviles de combustión interna, cruceros y armas en los espacios publicitarios que pertenecen al ayuntamiento.
Impacto económico de los combustibles fósiles
Según datos de Statista, las empresas vinculadas a la industria de los combustibles fósiles generan cientos de miles de millones de dólares al año.
En 2023, se estimó que las ventas globales de petróleo crudo superaron los 2.5 billones de dólares, mientras que el mercado global de gas natural alcanzó los 725 mil millones de dólares.
Estas cifras reflejan el enorme peso económico de la industria, lo que añade una capa de complejidad a los intentos de limitar su publicidad, promoción y consumo.
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