Una campaña llamada The Moderation Movement utilizó a perros de todas las especies para demostrar la diversas en el tamaño o la forma de los cuerpos.
El mensaje de la campaña cita: “Nunca juzgamos a un labrador por no parecer como un galgo” y fue publicada en abril pasado con los hashtags #sizediversity y #bodyrespect.
A la fecha, la tendencia que busca promover la confianza en la imagen que promueven marcas y campañas sociales ha crecido y se establece como una nueva norma publicitaria en la que mayor número de anunciantes buscan estar presentes, dejando de lado los estereotipos de un físico que obedece a estrictas medidas en talla, estatura y otros aspectos físicos como en el color de piel o peso.
Un dato interesante que sirve para entender el impacto de esta tendencia es ofrecido por Mintel, quien proyecta un incremento en ventas en ropa de talla extra por 7.9 mil millones de libras esterlinas, tal solo en Reino Unido durante este 2016.
La oportunidad que encuentran las marcas de estar actualizadas dentro del mercado de consumo, está impactando en su imagen al ser consideradas como factores de la transformación que está viviendo el consumidor, cuando deciden sumarte a estrategias donde no existe un estereotipo del cuerpo.
Lo anterior ha sido determinante para firmas como Nike, que lidera en valor de marca el mercado deportivo al acumular 26 mil millones de dólares y seguida por ESPN, con un valor de 17 mil mdd, según cifras de Forbes publicadas en 2015.
Otras marcas que han encontrado en la percepción positiva del cuerpo una oportunidad publicitaria son Naja, con campañas como Nude for all en donde se muestran cuerpos de todos colores que empataban con el color de las prendas de ropa interior lanzadas por esta firma.
Una foto publicada por Naja (@naja) el
Empatar con los intereses de las personas ha llevado a las marcas a dar relevancia a tendencias dentro de sus campañas, donde la percepción de la imagen física está adecuada a nuevas percepciones físicas, donde el mensaje que resaltan las marcas debe cumplir con una simple regla: empatar de manera correcta con el contexto en el que se está ejecutando y el mensaje que está ofreciendo.