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La campaña de Spark fue diseñada con el apoyo de la agencia de publicidad Colenso BBDO
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El protagonista de la activación es también conocido por su nombre artístico, Princess
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Se estima que la tasa de desempleo entre la población LGBT+ es de más del doble que el promedio
Con el paso de las años, la lucha por los derechos de la comunidad LGBT+ se ha convertido en una de las más defendidas por las marcas. Empresas como Starbucks están apostando por estos sectores de la población para impulsar su modelo de negocios. Algunos eventos, como la Liga BBVA, están considerando tener versiones exclusivas para este segmento del público. Y más de una marca ha tocado la temática en alguna campaña publicitaria para la audiencia.
De hecho, es raro ver a alguna marca relevante que todavía no haya lanzado una campaña en favor de los derechos y oportunidades de la comunidad LGBT+. De acuerdo con Google, es una de las formas en las que las marcas están mostrando su participación en temas sociales. Vision Critical en cambio remarca que dicha población es también un mercado con gran poder adquisitivo. Y según el Washington Post, también hay un factor de censura y representación.
Por supuesto, que haya más empresas con alguna campaña pro-LGBT+ no significa que no haya aún mucho camino que recorrer. Cultural y socialmente, aún este sector de la población no logra aspirar a las mismas ventajas, derechos, aceptación y trato que el promedio. Muy por el contrario, aún existen varias situaciones que representan una discriminación abierta ante la gente de esta comunidad. Algo que unas cuentas compañías quieren corregir lo antes posible.
Una campaña contra la discriminación laboral LGBT+
Entre los esfuerzos más recientes se cuenta la nueva activación de Spark. Se trata de una nueva colaboración con la organización Outline. Este grupo busca eliminar la discriminación contra la población LGBT+. En esta campaña, ambas instituciones se enfocaron en un reto en concreto: la discriminación laboral. Para eso, decidieron reflejar el trabajo que suelen pasar los individuos de este segmento para encontrar una plaza, a pesar de su capacitación profesional.
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La campaña es protagonizada por Gabriel, un artista que no se ajusta a la clasificación binaria de género. A lo largo del video, se le puede ver visiblemente el sufrimiento y la frustración de no poder quedar en ninguno de los trabajos en los que presenta su aplicación. También se pueden escuchar conversaciones telefónicas con reclutadores y su madre, que cimientan el mensaje. Al final logra entrar a trabajar a una marca, reafirmando el valor de su individualidad.
Cambios reales para problemas actuales
No es la primera vez, como ya se dijo, que una campaña comercial tiene un mensaje de claro apoyo a la comunidad LGBT+. Varias marcas buscan sumarse a eventos como el Orgullo Gay, no siempre con buenos resultados. P&G, hace unos meses, cambió el nombre de una de sus marcas para fomentar una discusión constructiva de aceptación en este grupo. También se puede destacar el esfuerzo de la peruana Pilsen Callao, ante la aceptación de este segmento.
Todas y cada una de estas activaciones tienen su mérito. No es fácil tratar de generar un cambio cultural que sea más inclusivo y representativo de la comunidad LGBT+. Pero hay también una gran diferencia entre una campaña que solo se limita a mostrar su apoyo y otra que de hecho presenta una solución específica. Por supuesto, hay que recordar que el modelo de negocio de Spark se basa, precisamente, en eliminar los perjuicios en el reclutamiento.
Pero es mucho más valioso el esfuerzo de su campaña en pro de la comunidad LGBT+. A la gente le importa que las empresas muestren su apoyo a causas que son importantes para sí mismos. Sin embargo, es también crucial ver que se está trabajando activamente para resolver estos desafíos y retos. Esto distingue a las compañías que están en pro de alguna lucha y las que realmente trabajan para ver su éxito. Y en marketing, es una distinción muy importante.