-
Estudios como “Medidas COVID-19 – Reclutadores” dan cuenta del cambio del mercado laboral debido a la tecnología.
-
Un Zoom inesperado donde la muerte de la esposa de un colaborador no afectó que se uniera, da cuenta de la presión laboral en la actualidad.
-
Mientras unos empleados muestran su responsabilidad en Zoom, otros llevan sus pasiones a las videollamadas laborales.
La historia de un Zoom pasó de ser una anécdota cualquiera a un caso de lo importante que juega hoy en día la adopción tecnológica en situaciones ordinarias, al enterarnos de cómo a pesar de que muere su esposa, un empleado se conecta a la videollamada con sus colaboradores.
“Una de las medidas llevadas a cabo por empresas alrededor del mundo desde el inicio del brote de la enfermedad causada por el nuevo coronavirus (SARS- CoV-2) ha sido el trabajo a distancia. En México esta práctica ha sido también adoptada con el objetivo de limitar contagios y, de acuerdo a los reclutadores que participaron de un sondeo en abril de 2020, esta experiencia ha presentado ciertas ventajas. El ahorro de tiempo y dinero en traslados a la oficina fue considerado como uno de los tres beneficios principales del teletrabajo en México, ventaja que fue mencionada por casi tres cuartas partes (74 por ciento) de los entrevistados. Además, más de la mitad (53 por ciento) afirmó que el trabajo a distancia aumenta la responsabilidad individual de los trabajadores”, concluyó Statista al presentar el estudio “Medidas COVID-19 – Reclutadores” en exclusiva a suscriptores de la plataforma.
La pérdida de una esposa y un Zoom inesperado
Una cuenta identificada como Management Consultant (@managementconsulting, TikTok) mostró cómo un hombre aparentemente se unió con tres minutos de retraso a una videollamada, justificando su retraso debido a la muerte de su cónyuge.
@managementconsulting “Please parking lot any condolences, we have a lot to get through in this 30 minute meeting” #managementconsulting #corporatelife #consultinghumor #mbb #big4 ♬ original sound – Will.i.aint_3.0
“Me disculpo por conectarme tarde, mi esposa acaba de morir, tenemos muchas cosas en la agenda hoy así que empecemos”, dijo el empleado cuya identidad no se ha identificado pero que tras comenzar a recibir condolencias pidió que sus colaboradores mantenerse apegados a la agenda, para poder resolver los pendientes con que llegaban a la reunión.
El hecho generó toda clase de comentarios como “creo que solo está ahogando sus emociones con el trabajo en lugar de absorber el momento de dolor”; otros comentarios fueron empáticos con la situación, advirtiendo que se trataba de un hecho que nos recuerda lo importante que se ha vuelto la interacción con la persona.
La situación de la realidad laboral que vivió un hombre cuya esposa murió y a pesar de la pérdida sigue con sus actividades laborales, es uno de los tantos casos que se han registrado en la actualidad del mercado laboral, donde llama la atención un aspecto y es cómo estas historias se filtran a redes sociales, donde hay una amplia identificación con la situación.
Como el caso de la madre de un empleado quien a pesar de haberla perdido terminó sumándose a una videollamada únicamente con tres minutos de retraso, nos hemos enterado de otras situaciones en que la actualidad laboral, donde las videollamadas son un común en la interacción del empleado con la organización, hemos visto situaciones que contrastan al “sacrificio” de un empleado y van a la pasiones de un colaborador, quien se olvida que tiene una videollamada activa y comenzó a tener relaciones sexuales en plena transmisión.
El caso en cuestión ocurrió en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) donde se acusó de conducta inapropiada a un funcionario que estaba adscrito a la Sudirección Administrativa de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) dentro del Hospital de Cardiología del Centro Médico Nacional Siglo XXI.
El hombre que perdió su empleo estaba realizando prácticas sexuales en plena transmisión de una videollamada, donde acompañado de una mujer llevó a cabo tales prácticas, que no solo lo exhibieron, también comprometieron la reputación institucional por culpa de un sindicalizado que responde al nombre de Adrián Orduño Yáñez, identificado como director administrativo.
Ambos casos exhiben cómo la tecnología ha alcanzado la realidad del mercado laboral, donde aspectos cotidianos quedan exhibidos en historias virales.
Ahora lee: