- España planea un impuesto del 100% a compras de vivienda por no residentes de la UE para combatir la crisis de vivienda.
- El gobierno busca desincentivar la especulación y priorizar la inversión productiva sobre la financiera.
- Además del impuesto, hay otras medidas como gravar apartamentos turísticos, alivios fiscales para rentas bajas y construir vivienda pública.
El gobierno español anunció un paquete de medidas radicales para enfrentar la crisis de vivienda en ese país.
Los cambios propuestos por el presidente Pedro Sánchez incluyen un impuesto del 100% sobre el valor de las propiedades adquiridas por ciudadanos no pertenecientes a la Unión Europea.
La propuesta, que está generando gran revuelo, busca desalentar la especulación inmobiliaria por parte de extranjeros y hacer que la vivienda sea más accesible para los residentes.
La iniciativa se presenta en un momento en que las tensiones sociales por el alza de los precios de los alquileres y la escasez de viviendas se han intensificado, particularmente en destinos turísticos.
España y la crisis inmobiliaria
Según el propio Sánchez, el acceso a la vivienda se ha convertido en uno de los principales desafíos que enfrenta la sociedad española, con el riesgo latente de una división entre “ricos propietarios y pobres inquilinos”.
Los datos revelan que los precios de las viviendas en Europa han aumentado un 48% en la última década, casi el doble de lo que han crecido los ingresos de los hogares.
Esta situación, agravada por la percepción de que la compra de inmuebles por parte de extranjeros y el auge de los alquileres turísticos contribuyen al problema, ha generado malestar entre la población.
En este escenario, el gobierno español considera que la inversión extranjera debe ser productiva, fomentando la innovación y la creación de empleos, y no simplemente servir para la especulación como si fuera un activo financiero o un depósito bancario.
El turismo, aunque vital para la economía española, con más del 13% del PIB y alrededor de tres millones de empleos, también se encuentra en el centro del debate.
El número de turistas internacionales que llegaron a España en los primeros 11 meses de 2024 alcanzó un récord de más de 88.5 millones, impulsando el gasto en consumo y la inversión hotelera.
Sin embargo, este incremento ha venido acompañado de quejas por “exceso de turismo”, con incidentes aislados de locales, especialmente en Barcelona, pidiendo a los visitantes que “se vayan a casa”.
Medidas más allá del impuesto en España
Además del controvertido impuesto a compradores de fuera de la UE (que debe ser aprobado por el Parlamento), el gobierno anunció otras reformas. Estas incluyen:
- Gravamen a los apartamentos turísticos como negocios: Se busca regular la actividad de los alquileres turísticos para que tributen como cualquier empresa.
- Alivio fiscal a arrendadores con alquileres asequibles: El gobierno pretende incentivar a los propietarios a ofrecer rentas más bajas mediante beneficios fiscales.
- Mayor protección para inquilinos: Se contemplan medidas para garantizar una mayor seguridad para los arrendatarios actuales.
- Construcción de más vivienda pública: Se impulsará la edificación de nuevos inmuebles de carácter social.
- Renovación de viviendas vacías para alquiler: Se promoverá la rehabilitación de propiedades desocupadas para destinarlas al alquiler a precios accesibles.
Estas acciones, según el gobierno de España, apuntan a hacer la vivienda más accesible y asequible en todo el territorio.
¿Tendencia?
La sensibilidad social hacia la vivienda, la crítica a la especulación inmobiliaria y la disputa entre turismo y residentes son temas que están comenzando a surgir en otros mercados, como México, donde el turismo también es clave en la economía.
En un futuro no muy lejano, pueden tener un impacto importante en la forma en la que las marcas y los destinos turísticos se comunican con sus audiencias.
La manera en que estos debates se manejen en España podría ser un antecedente clave para estrategias de marketing socialmente responsables y campañas de concientización sobre el impacto del turismo en las comunidades locales.
La propuesta de un impuesto del 100% a la compra de viviendas por extranjeros es, sin duda, una medida que marcará un punto de inflexión en el debate sobre la vivienda en España y en cómo se equilibra la inversión extranjera con las necesidades de los ciudadanos.
Habrá que estar atentos a su desarrollo y a su posible repercusión en otros mercados, tanto por sus consecuencias económicas como por su valor en términos de comunicación de marca y reputación.
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