La escucha activa es una habilidad que se adquiere y se desarrolla con la práctica, por ello para poder dominarla, se necesitan herramientas comunicativas que te ayudarán a mejorar tus relaciones profesionales y a impactar de manera positiva tu branding personal.
En una buena comunicaciĂłn, la escucha activa es indispensable, y aunque podrĂa pensarse que lo principal son las palabras involucradas, el proceso real se da a partir de escuchar al otro.
Los estudios de psicoterapia han reflejado que cuando las personas se sienten escuchadas, tienden a generar una atención plena en sà mismos y a quienes los rodean, además son más conscientes de sus pensamientos y sentimientos, pues adoptan una postura abierta a distintos puntos de vista.
Esto ayuda a que los lĂderes lleguen a soluciones asertivas a los problemas del dĂa a dĂa, distingan mejor las necesidades de sus colaboradores y clientes, y asĂ generen relaciones interpersonales más fuertes.
ÂżEscuchas o simplemente oyes?
Si recurrimos al diccionario de la Real Academia Española (RAE), escuchar significa “prestar atenciĂłn a lo que se oye” y por otro lado, oĂr se define como “percibir con el oĂdo los sonidos”.
Por lo tanto, la diferencia entre estas dos acciones, tiene que ver con la predisposición y la voluntad, generando asà que ambas partes se involucren y estén conscientes plenamente del presente.
Existen diferentes tipos de escucha, aquĂ te las comparto:
1.- Escucha activa
Este tipo de escucha va más allá del lenguaje, ya que se mantiene una atención plena no sólo en las palabras, sino también, en el lenguaje corporal, la velocidad al hablar, los gestos, el tono de voz y lo más importante, el mensaje a transmitir.
2.- Escucha empática
La empatĂa es la capacidad de ponerse en el lugar del otro. En este tipo de escucha, la conexiĂłn que se genera logra que las partes involucradas generen un vĂnculo emocional, interpreten el mensaje que se está transmitiendo y se brinde apoyo.
3.- Escucha selectiva
Se atiende Ăşnicamente a la informaciĂłn que le interesa al oyente y no a toda la informaciĂłn, incluyendo juicios que dan como resultado una escucha fragmentada y en algunos casos, distorsionada.
Si después de leer esto, eres ahora consciente de que necesitas mejorar tu escucha te comparto estos 3 consejos:
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Guarda silencio: permite que la otra persona termine de explicar su idea evitando interrumpir.
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Mantén una mente abierta: no emitas juicios y opta por una apertura de otros puntos de vista.
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Demuestra tu atención por medio de gestos: ejercita tu lenguaje corporal y mantén contacto visual.
Como lĂder, necesitas toda la informaciĂłn y perspectivas como sea posible para tomar mejores decisiones, practica la escucha activa y genera un impacto positivo en tu imagen, liderazgo y marca personal.