Lamentablemente cada vez es más frecuente que se hable de violencia en algún espacio público en los Estados Unidos, donde los shopping (o centros comerciales), escuelas y edificios de gobierno han sido objeto de ataques perpetrados por propios ciudadanos estadounidenses.

El tema ya es un problema tanto para instituciones como para la economía. Esto obliga que las autoridades diseñen e implementen procesos más efectivos para la prevención y sanción de la violencia.

Esta semana se difundió un video que muestra escenas de un tiroteo ocurrido en un centro comercial de Albany, Nueva York. Las imágenes fueron capturadas desde las cámaras de seguridad de una Apple Store y muestran el caos y terror que vivieron los clientes al interior del establecimiento.

El material videográfico fue difundido por la Oficina del Fiscal del Distrito de Albany -replicado por medios de comunicación- y corresponden a un hecho ocurrido el 12 de noviembre de 2016, cuando un sujeto armado realizó varios disparos al interior del centro comercial, cerca del Apple Store provocando que los clientes y trabajadores se refugiaran bajo los mostradores para proteger sus vidas.

El video fue difundido por las autoridades como parte de una resolución que se dio a conocer el pasado viernes en la que el agresor, identificado como Tasheem Maeweather, de 20 años fue sentenciado a cumplir hasta siete años de prisión al considerarlo culpable, según un comunicado de prensa de la oficina del fiscal del distrito.

No obstante, la defensa asegura que apelará la sentencia. Su expectativa, pude ser cambiar el veredicto, pues en mayo pasado, Maeweather, quien según las autoridades estaba en libertad condicional en el momento del tiroteo y usaba un monitor en el tobillo, fue absuelto por otros tres cargos relacionados con el incidente: intento de asesinato, intento de asalto y posesión de armas, pues nunca se recuperó ningún arma.

Aunque se desconocen las razones por las cuales se realizó este ataque, este es un caso más de violencia registrado en un shopping de Estados Unidos, lamentablemente parece que es un escenario más potencial para este tipo de sucesos pues hay mucha gente como potenciales víctimas y la facilidad para ingresar sin ser detectado son algunas de las causas.

Recordemos lo sucedido en septiembre del año pasado en unos almacenes Macy’s de un centro comercial en Burlington, Washington, cuando un hombre armado con un rifle entró al establecimiento y abrió fuego contra los clientes que esperaban en las cajas.

En ese mismo mes, otro sujeto apuñaló a nueve personas en Minesota, también en un centro comercial. Pero los shopping no son los únicos blancos de este tipo de ataques, en enero de este año se reportaron disparos en el aeropuerto de Fort Lauderdale, en el norte de la zona metropolitana de Miami, este es de los principales puertos de la costa este, destino de aerolíneas como Jetblue, Delta y Southwest. Tampoco podemos olvidar lo ocurrido en San Bernardino y la Ohio State University (Universidad estatal de Ohio).

Es importante señalar que en muchos de estos ataques no hay una motivación extremista o son ataques terroristas, sino son perpetrados por ciudadanos estadounidenses, algo que ha intensificado el debate sobre la legalidad de las armas.

En Estados Unidos es legar tener armas por cualquier ciudadano que la adquiera de manera legal, de hecho es una industria millonaria en ese país, sólo durante el Black Friday de 2016 se rompió el récord de ventas al registrar cerca de 185 mil 345 de consumidores que compraron armas de fuego durante la temporada de rebajas.

Pero, los riesgos que suponen, la inseguridad y los ataques registrados motivan que desde diversos sectores se impulsen campañas que buscan acabar con la cultura en el uso de armas y promover la prohibición de su venta. Incluso Brack Obama intentó durante su administración poner un freno, pero no logró convencer al Congreso.