Con las vacunas aplicándose a millones de personas en el mundo, diversas actividades han tenido un respiro después de meses especialmente complejos. En este sentido, aquellas marcas como Starbucks se han visto beneficiadas con una mayor afluencia de clientes en sus sucursales; sin embargo, ahora mismo pagan una resaca que podría golpear de manera importante sus estrategias de experiencia al cliente, mismas que hoy son cruciales para competir por la atención y gasto del consumidor.
En principio es justo reconocer que este sector se recupera de un merma nada menor. Cierres prologados y poco interés de los usuarios por consumir fuera de casa, fueron fenómenos que arrasaron con las ventas de estas empresa y que no pudieron ser compensados con los arduos esfuerzos alrededor de las delivery foods.
Entre apps y restaurantes
Las cifras hablan por si solas. En 2021, se prevé que los pedidos por internet de comida a domicilio, ya sean hechos directamente a los restaurantes o por medio de plataformas de entrega asociadas, generen unos ingresos de más de 3 mil 800 millones de dólares estadounidenses en Brasil. En México, se espera que la facturación en pedidos de comida online supere este año los 2 mil millones de dólares, mientras que en Argentina esta cifra alcanzaría unos 891 millones, según estimaciones de Statista Digital Market Outlook.
Sin duda, este crecimiento favoreció de manera natural a muchos comercios del sector restaurantero, particularmente a aquellos de fast food, que se vieron duramente golpeados ante los cierres constantes y las restricciones en términos de operación.
Algunas cifras sobre lo que sucedió en el mercado mexicano dejan en claro el problema. En lo que respecta a los restaurantes, un estudio reciente firmado por Fintonic reveló que, a partir del primer caso de coronavirus en México, los consumidores redujeron su gasto en restaurantes en un 30.03 por ciento.
A pesar del salvavidas que muchas marcas encontraron en digital, lo cierto es que los cierres y despidos fueron la constante para el sector. Así, vale la pena recordar una encuesta realizada por DataPlor, la cual encontró que el 35.9 por ciento de los restaurantes en el país dijo haber reducido su plantilla laboral para subsistir durante la contingencia sanitaria, en un escenario en el que reportan bajas de ventas de entre 85 y 90 por ciento.
Sin insumos
Ante este escenario, la reapertura es sin duda un nuevo y necesario punto de partida que los negocios de estas marcas necesitan para salir a flote y recuperarse del duro golpe que significo el 2020.
Lo cierto es que en medio de esta felicidad existe un problema que, aunque ya era previsto desde hace cuando menos un año, ahora ha comenzado a cobrar factura de manera tangible: la falta de insumos.
En este sentido, cobra relevancia el reporte entregado por The Wall Street Jorunal, indica que Starbucks se está quedando sin productos básicos en algunos de sus restaurantes debido a una cada vez mayor demanda que se suma a la falta de insumos.
Tal como lo informa el mencionado medio, entre las materias primas que están escaseando en la cadena de cafeterías se encuentran leche de avena, jarabes de café, saborizantes, vasos y sus tapas.
La situación ha obligado a Starbucks a quitar cuando menos de manera temporal algunos de sus productos del menú entre los que destacan algunos que utilizan los ingredientes ante mencionados así como aquellos que tienen menor demanda para enfocarse en impulsar aquellos que mayor demanda tienen.
Desde la marca han indicado que la falta de estos ingredientes y materias primas es temporal, y que varía según el local y el mercado.
No es la única
Lo que ahora sucede en Starbucks se ha visto replicado en otras categorías con diferentes insumos. Cuando menos así lo deja una posible nueva crisis en el mundo del fast food, en donde marcas como Burger King y McDonald’s podrían padecer un gran problema ante la escasez de catsup.
Aunque esto podría parecer un tema banal, la realidad es que no lo es y se trata de un problema que aunque detecto en Estados Unidos podría cruzar a otros mercados.
El problema está ligado a Heinz y tal y como explican desde un reportaje de The Wall Street Journal, muchos de los jugadores del sector fast food han comenzado a buscar salsa a granel ante la escasez de sobres de catsup.
Dos fenómenos explican este problema. En principio está la alta demanda de este condimento. Desde Euromonitor indican que tan solo es Estados Unidos, durante el año pasado se comercializaron cerca de 200 mil toneladas de catsup al sector restaurantero. El consumo en casa también fue factor, con un incremento de 15 por ciento durante el 2020 en las ventas de este producto para los minoristas.
Lo que queda en medio de esta situación es la capacidad que marcas como Starbucks o Burger King tendrán para ofrecer una experiencia realmente satisfactoria al consumidor, quien luego de más de un año de permanecer confinado, esperará encontrar todos los productos y servicios en sus locales de preferencia, no encontrarlos cuando menos por un día podría ser razón suficiente para abandonar a la marca por otra opción.