Internacional.– De acuerdo a la publicación del sitio Christianity Today, alrededor de 400 líderes religiosos, de Canadá y Estados Unidos, fueron descubiertos buscando pareja para ser “infieles” en el sitio de citas clandestinas Ashley Madison, tras el hackeo de la plataforma. “Cuando el pastor ha violado la confianza sagrada, eso daña a todo el rebaño” dice, dolida, la publicación. A raíz de esto cabe tomar dos líneas para el cuestionamiento. Por una parte, daría para un análisis de lo que está sucediendo con la religión en estos días, pero ese no es nuestro tema. Lo nuestro es la tecnología como herramienta, sus pros y contras.
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Y cómo no volver al tema de la privacidad. No hay privacidad en la red, es sólo una falacia. Cualquier cosa que escribas, pienses o declares en público queda para siempre en alguna parte del universo cibernético y en algún momento puede salir a la luz.
En términos de marketing digital, el famoso hackeo al sitio de Ashley Madison no le ha hecho ningún favor. Pasará un buen tiempo antes de que los infieles se atrevan a confiar en la plataforma, pero lo harán y se seguirán arriesgando, porque el vértigo es siempre atractivo y por algo sitios como el mencionado ganan millones de dólares en publicidad al año, sólo por el hecho de albergar relaciones poco sacro santas. ¿Qué no son los únicos? Claro que no, pero como aparentemente el encuentro a través de estos sitios suele no presentar riesgos, pantalla de por medio, resultan más lucrativos que los lugares físicos para conocer extraños, al menos de acuerdo al pensamiento de muchos.
El tema sigue siendo viral para los que se escandalizan y por supuesto para los afectados, pero en definitiva es una razón más para seguir insistiendo en lo cuidadoso que se debe ser en cualquier relación que se establezca en la red.