Wells Fargo es el tercer banco en Estados Unidos, pero pasa por uno de sus peores mementos en la historia de la marca. Esto debido a los efectos del escándalo que se descubrió el año pasado a causa de que empleados de la compañía crearon millones de cuentas bancarias sin autorización de las personas para llegar a la meta de ventas.
Ahora, los impactos comienzan a ser visibles en el valor de la compañía. No solo por que ha perdido credibilidad ante los clientes, sino porque ya tuvo repercusiones en su salud financiera. Caso contrario a lo que han reportado sus principales competidores: Bank of America (BAC) y JPMorgan Chase (JPM).
Esta semana Wells Fargo reportó sus resultados correspondientes al cuarto trimestre del año en los que reconoce que sus beneficios netos se contrajeron 4.2 por ciento, para ubicarse en 21 mil 940 millones de dólares el año pasado, quedando por debajo de las previsiones de los analistas.
Cabe destacar que son los primeros resultados que publica el banco desde el escándalo relacionado con sus prácticas comerciales conocido en septiembre pasado.
Peor aunado a ello, la institución con sede en San Francisco también estudia el cierre de 400 de sus sucursales para finales de 2018, según informa CNN.
Esto se suma a otros efectos por el caso de las cuentas inventadas, ya que también ocasionó el despido del CEO y Chairman, John Stumpf como una medida para buscar recuperar un poco la imagen de Wells Fargo.
Aunado a ello, ha despedido a más de 5 mil 300 personas por el asunto de las cuentas falsas, quienes dijeron que lo hacían por la presión de llegar a la cuota de ventas que se les exigía.