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Solamente se prohibirá la entrada a fanáticos extranjeros, pues los deportistas de otros países necesitan asistir para las competencias
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Esto ha provocado que varios países empiecen ya a vacunar a sus delegaciones de atletas designados para los Juegos Olímpicos
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Anteriormente las autoridades informaron que, si no se podía celebrar la gesta internacional en 2021, no se pospondría un año más
Las personas que esperaban darse una vuelta por Japón en julio para disfrutar del encuentro deportivo más grande del mundo se quedarán con las ganas. En datos de Aristegui Noticias, el Comité Olímpico internacional (IOC) informó oficialmente que no se permitirá la entrada a fans de otros países a los Juegos Olímpicos. Esto, como parte de una nueva serie de medidas para evitar un brote masivo de casos de COVID-19. Esta noticia fue compartida primero en Twitter.
Debido a la pandemia de COVID-19 se ha concluido que no se les permitirá la entrada a Japón a los espectadores extranjeros para los Juegos de #Tokyo2020.
Continuaremos ofreciendo unos Juegos seguros con la esperanza de que sean una luz de esperanza.https://t.co/b6NrMDSkiA
— #Tokio2020 en Español (@Tokyo2020es) March 20, 2021
A través de un comunicado, el IOC confirmó que la decisión aplicará a los Juegos Olímpicos y a su contraparte paralímpica. Asimismo, apuntó que todos los organismos organizadores de ambos eventos llegaron al acuerdo al unísono, incluyendo a los gobiernos de Tokio y Japón. Se espera que aquellos fanáticos de otros países que hayan comprado entradas reciban un reembolso completo de su dinero. Esta decisión ya se había sopesado desde meses antes.
De acuerdo con el IOC, se tomaron en cuenta varios factores para esta decisión. Sin embargo, la más importante parece ser que la situación de COVID-19 en el mundo, en general, es aún muy grave en varios países. Sin embargo, la aparición de nuevas cepas parece haber tenido un rol crucial para la prohibición de audiencias extranjeras. Cabe destacar que los deportistas que participen en los Juegos Olímpicos tendrán que atenerse a una serie de reglas puntuales.
Una decisión dolorosa para los anunciantes
Esta cancelación para las audiencias extranjeras de los Juegos Olímpicos tendrá un sinfín de repercusiones para las autoridades de Tokio y Japón. De acuerdo con AP News, en diciembre del año pasado se calculaba que los costos de la organización de este evento ya eran 22 por ciento más altas de lo calculado originalmente. Solo con la audiencia local, probablemente el gobierno nipón no podrá recuperar todos los 15 mil 400 millones de dólares (mdd) invertidos.
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Pero tal vez el golpe más grande será para los anunciantes. Ya desde enero, de acuerdo con Reuters, que muchos de los más grandes sponsors de los Juegos Olímpicos expresaban sus quejas ante las autoridades locales. Específicamente, por la enorme incertidumbre que aún había en torno a la realización del evento. Cierto, esta decisión debería dar un poco más de certidumbre a las empresas. Pero aunque el panorama es más claro, no es nada favorable.
De hecho, esta solución podría enfurecer a muchos de los anunciantes que han mantenido su apoyo a los Juegos Olímpicos en medio de la pandemia. De acuerdo con My Twin Tiers, varias marcas al estilo de Visa, cuando se pospuso el evento en 2020, afirmaron que retrasarlo era la mejor opción frente a cancelarlo o modificarlo. Esto, con la esperanza que el evento de 2021 fuera una celebración del fin de la crisis. Con este cambio, será difícil cumplir esta expectativa.
Los retos de los Juegos Olímpicos
Por otro lado, es sorprendente que el evento internacional siga adelante, considerando todos los problemas que se le han presentado a los Juegos Olímpicos los últimos meses. En enero, se reveló que la falta de suministro de vacunas anti-COVID en Japón impediría al país proteger al 100 por ciento de su población a tiempo para la justa deportiva. Una meta que se había visto como necesaria para poder realizar todas las celebraciones conforme a lo planeado.
A eso se debe de sumar una serie de conflictos internos en los grupos organizadores. En febrero, se dio a conocer que había renunciado el presidente de los Juegos Olímpicos de Tokio. Esto, después de hacer una serie de comentarios misóginos. El incidente se dio solo cinco meses antes de la celebración. Sin embargo, las autoridades aseguraron que se iba a elegir un reemplazo lo antes posible, prometiendo que todos los planes seguirían avanzando.
