La transformación en los hábitos de compra así como en los modelos de consumo han derivado en que la mercadotecnia fije sus objetivos en personalizar la interacción con las audiencias, de modo que el mismo mensaje tiene que volverse en único para los públicos meta.
A través de diversos mecanismos se ha logrado llegar a este objetivo, las experiencias y la división de segmentos sobre segmentos de población ayudó a que las marcas realizaran campañas y productos específicos para cada sector.
Sin embargo, para lograr estos resultados se tenían que abarcar a muchas personas y dedicar un tiempo elevado para que se lograra identificar qué le gusta a la gente, cómo lo adquiere, cuál será el método para llamar su atención
Conforme los usuarios se adentraron en la tecnología, se pudo obtener información sobre patrones de consumo más exactos y más detallados sobre cada persona, es mediante la publicidad programática que las firmas pueden obtienen datos precisos sobre el comportamiento de cada persona.
Y es que gracias a este proceso, que basa sus resultados a través de cálculos matemáticos (hasta 500 mil), se conocen los usos, costumbres, gustos y hábitos de una IP concreta, por lo que sí el consumidor está en búsqueda de un producto, con estos datos, se le puede impactar con publicidad a fin de la mercancía que desea obtener en sitios que poco o nada tienen que ver con el mismo.
Desde 2015 la tendencia de obtener información mediante esta plataforma ha ido en pleno ascenso, durante ese año las transacciones programáticas representaron en Estados Unidos la mayoría de la inversión de no búsqueda digital al alcanzar en 52 por ciento, de acuerdo con Business Wire.
Mientras que para América Latina, se estima que para 2019 la inversión en programática registrará un aumento de cuatro veces en comparación con lo destinado actualmente, alrededor de dos mil millones de dólares según IAB US; al tiempo que para el año entrante, se prevé que el 80 por ciento de la inversión publicitaria se llevará a cabo mediante algoritmos programáticos.
De este modo, los cambios en las tendencias han generado que las marcas configuren sus estrategias promocionales y en lugar de decidir las direcciones de salida de sus campañas publicitarias, deben enfocarse y dar prioridad al objetivo de lo su mensaje desea transmitir.