El empleo, esa actividad a la que la gran mayoría de las personas se tienen que enfrentar en algún punto de sus vidas, pero que cuando ya se desempeña, no siempre es de la satisfacción de todos.
Sólo en México, actualmente hay poco más de 56 millones de personas en edad para ser económicamente activas, de las cuales, el 96 por ciento está ocupada ya sea en el sector formal o informal, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Si nos acercamos un poco más y enfocamos sólo en el ámbito relacionado con mercadotecnia y publicidad, encontramos que se estima que hay alrededor de 180 mil 943 personas activas laboralmente, de acuerdo con el Observatorio Laboral (al cuarto trimestre de 2018).
De todo este universo de individuos, una gran mayoría está o ha estado en posición de pensar en trabajar o buscar un nuevo empleo; ya sea como profesional, empleado, colaborador, independientemente del área o sector en la que uno decide dedicarse.
Ese pensamiento que muchas veces se convierte en decisión y posteriormente en acción, implicará que en algún punto se tenga que enfrenar entrevista de trabajo, quizá uno de los momentos más agobiantes para cualquier profesionista.
Entrevista de trabajo, un paso clave
Sin duda, lo es, no por nada una investigación firmada por el Departamento de Psiquiatría del Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York refiere que, para el 92 por ciento de los adultos, las entrevistas de trabajo son causa de altos índices de ansiedad.
¿Por qué? Pues porque la o las entrevistas que se enfrentan en un proceso de reclutamiento, son clave para que el candidato convenza al reclutador (res) de que es la persona ideal para ese puesto o posición vacante. Un acierto puede ganarte un lugar, pero un sencillo error puede evitar que obtengas el empleo de tus sueños.
Existen muchos consejos o tips sobre lo que se tiene que hacer cuando se va a afrontar este paso, pero no son tantos los que te dicen qué no debes hacer, y más escasos aún aquellos que provienen de una figura de peso en el mundo profesional como Julie Zhuo, vicepresidenta de diseño de productos en Facebook.
La ejecutiva es un ejemplo de crecimiento al interior de la compañía de Menlo Park pues en 2006 ingresó como pasante luego de haberse graduado de la Universidad de Stanford, pero en poco tiempo (a los 25 años) se convirtió en gerente. Desde entonces, Zhuo ha conducido muchos procesos de reclutamiento de los cuales ha recabado una gran experiencia.
El desliz que puede izar una bandera roja
En entrevista con CNBC, la ejecutiva reveló cual es el error que puede cometer un entrevistado y que, sin importar qué tan calificado o preparado esté el candidato, para ella le representa una advertencia.
“Yo diría que una bandera roja cuando se entrevista es estar demasiado centrado en el status o el prestigio”, señaló Zhuo. Añadió que en lugar de contratar a alguien que sólo quiere agregar un nombre prestigioso a su currículum, en realidad apuesta por “personas que aman aprender y que se acercan al trabajo con un sentido de curiosidad y productividad”.
Esto, de acuerdo con la ejecutiva, se puede identificar cuando los candidatos “hacen muchas preguntas sobre mi equipo, el medio ambiente y la cultura en la que trabajamos”. Esto, agrega, “muestra que un candidato está realmente interesado en aprender los detalles de lo que es trabajar en este equipo y en este entorno”.