Ericsson, uno de los grandes jugadores en el escenario del despliegue de las redes de telecomunicaciones 5G, podría ser uno de los ganadores (junto con Nokia) de la “guerra” entre los gobiernos de occidente (con Estados Unidos a la cabeza) y la china Huawei.
Sin embargo, parece que no es así.
El CEO de Ericsson, el verborrágico Borje Ekholm, se declaró en contra de la decisión de su gobierno (Suecia) de “banear” a Huawei en ese país ya que por culpa de esa medida perdió buena parte de sus ingresos de este año.
Así es, Ekholm le dijo a Reuters que el enfrentamiento con Beijing ha afectado al negocio del fabricante de equipos sueco, ya que China pasó de representar alrededor del 11 por ciento de los ingresos de Ericsson el año pasado, a menos del 2 por ciento en 2021.
“Hace 120 años que estamos en China y no tengo ninguna intención de rendirme fácilmente”, dijo Ekholm en la entrevista. También reconoció que han tratado de presionar al gobierno sueco a favor de Huawei, advirtiendo de las posibles represalias por parte de China, pero la prohibición se aprobó en el Ejecutivo y se mantuvo en la Justicia.
“Para ser honesto, no tuvimos ninguna ayuda del gobierno sueco”, agregó Ekholm en una clara muestra de la situación.
Ya los expertos lo habían advertido. Sumarse a la “guerra” de los Estados Unidos contra Huawei era condenar a Ericsson, ya que podría perder la mayor parte de su negocio en China e, indirectamente, favorecer a su archirrival nórdico, Nokia.
China está a la vanguardia en el despliegue de redes 5G y representa más de la mitad de los equipos utilizados a nivel mundial para esa red, lo que convierte a ese mercado en clave para cualquier fabricante de equipos de telecomunicaciones.
Por otra parte, y más allá del volumen de venta, al ir a la delantera, China es un excelente lugar para hacer pruebas en una tecnología 5G que está en pañales y en la que tanto Ericsson como Nokia quieren ser líderes.
A Ericsson le estaba yendo muy bien en sus números. En 2019 y 2020, el fabricante de equipos de telecomunicaciones superó las expectativas de ganancias y elevó sus pronósticos trimestre a trimestre y sus objetivos de venta.
La explicación es simple: la demanda de redes 5-G cada vez se acelera más. El mismo Ekholm lo había dicho: “Advertimos un ritmo de despliegue mundial del 5G mucho más rápido de lo esperado”.