Agradezco a Carmen Salamanca su inspiración para esta columna.
Tan pronto terminas la preparatoria ya tienes la presión de elegir una carrera, de definir tu futuro laboral, pareciera que esperar a estar seguro de conocer, es más de sentir tu pasión, tus preferencias y tus gustos, no es lo “acostumbrado”, “pierdes el tiempo”. Esto hace que carreras se trunquen, provoca deserción, apatía. No porque tu abuelo, tu padre y más familiares fueron ingenieros, tú también lo tienes que ser.
Si conoces tu pasión, entonces no buscarás trabajo, buscarás TU trabajo o incluso, si no lo encuentras, serás un emprendedor: te lo construirás. Si tienes clara tu pasión, que no significa otra cosa que dedicarte a eso que te fascina, en lo que puedes pasar horas haciéndolo y te parecerán un minuto, esa actividad que te despierta la curiosidad por saber más y los genuinos deseos de hacerlo mejor que nadie, entonces triunfarás, de hecho, serás feliz, porque no tendrás un trabajo, sino un hobby.
Te sugiero 3 acciones de marketing que te servirán, más que para buscar un trabajo, para encontrar dónde desarrollar tu pasión:
1. No esperes a que te elija una empresa, elígela tú. Investiga por todos lados y escribe una lista de las empresas, asociaciones, ONG, que se dediquen a lo que te interesa o tengan un área que haga lo que deseas hacer y enfócate a ir hacia allá y no hacia otro sitio.
2. Diseña cómo te posicionarás frente a esas empresas. Piensa que eres una marca. Las empresas, en el fondo, quieren saber qué eres capaz de hacer por ellas. Díselos y, además, que les quede claro quién quieres ser para ellas, tus características profesionales más diferenciadoras, tus habilidades más representativas, aquellas que puedes ofrecer y te encantan.
3. Orienta tus esfuerzos a conseguir tu objetivo: Céntrate.
Desde el punto de vista del marketing, investiga qué hace la empresa, sus objetivos, sus lanzamientos, por ejemplo y prepara una presentación breve explicando cómo lo harías tú y por qué lo harías así. Un ejemplo práctico y bien sustentado sin importar nada más que vean tu “hambre” y tu capacidad de resolver problemas y enfrentar retos. Esto será mucho más persuasivo que tu CV.
Si te cuesta trabajo que te den la cita, dile a la asistente de la persona con la que deseas hablar: “Dígale por favor que yo le puedo ayudar a cumplir sus objetivos de negocio.” O incluso, envíale un mail y escribe en el Asunto: Yo le puedo ayudar a cumplir sus objetivos de negocio. Al abrirse el correo, que lo primero que lea sea cómo y por qué le puedes ayudar e inmediatamente después pídele una cita.
Cuida las palabras que escribes y ellas cuidarán de tu imagen, de tu marca propia.
Agradeceré tus comentarios en www.facebook.com/colegiodecopywriting
Hasta el próximo miércoles.