Street Fighter fue uno de los títulos que marcó la historia de los fanáticos de los videojuegos durante la década de los 90’s y ahora Capcom, propietario de este rentable título ha decidido llevar el famoso soundtrack de dicho juego a Spotify para deleite de sus seguidores.
La desarrollada de videojuegos anunció la inclusión de las canciones de algunos de sus juegos más representativos a la plataforma de música digital, con lo que desde ahora los usuarios podrán disfrutar de las bandas sonoras de reconocidas franquicias como Devil May Cry, Monster Hunter, Dino Crisis, Resident Evil, Mega Man, Mega Man X o Phoenix Wright.
La llegada de estos sonidos emblemáticos para muchos, incluye algunas versiones alternativas, como es el caso de Monster Hunter y su versión en Jazz.
La capitalización de un medio intangible
El movimiento fue bien recibido por los usuarios si consideramos los números detrás de esta particular lista de reproducción. Hasta el momento, la lista Capcom Sound Team con más de 80 títulos cuenta con 70 mil 226 oyentes mensuales y 14 mil 747 seguidores, en donde las ciudades más interesadas en el contenido son Tokio (Japón), Sao Paulo (Brasil), Santiago (Chile), Londres (Gran Bretaña) y Ciudad de México (México).
Para el desarrollador supone un camino sumamente interesante para, por un lado, mantener vivas a sus marcas en medio de un mercado que crece en competencia de manera exponencial, pero que también es uno de los rubros económicos más lucrativos. El año pasado, los videojuegos atrajeron ingresos cercanos a los 78 mil millones de dólares, y para 2020 alcanzará los 90 mil millones, según proyecciones publicadas en Statista.
Por otro lado, hablamos de una estrategia para capitalizar sus activos intangibles, valores que a decir de IE Business School, representan el 80 por ciento del valor de las compañías.
El soundtrack de un videojuego es quizá uno de los elementos más importantes en el branding de cada uno de los títulos y esta puede ser una interesante forma de capitalizarlo, más allá del simple reconocimiento de marca.