La reciente victoria de Claudia Sheinbaum en las elecciones presidenciales de México ha generado un amplio espectro de reacciones a nivel internacional. La ascensión de Sheinbaum, con su enfoque progresista y compromiso con políticas de cambio climático, ha despertado tanto esperanza como escepticismo en diferentes rincones del mundo. Su triunfo marca un hito significativo en la política mexicana y, por ende, afecta la percepción global sobre el país.
Los medios internacionales no tardaron en reaccionar ante esta histórica elección. El New York Times destacó la importancia de la elección de Sheinbaum como un paso adelante en la representación de las mujeres en la política latinoamericana. “La victoria de Sheinbaum refleja el cambio de paradigma en la política mexicana y envía un mensaje claro sobre la inclusión y la igualdad de género”, escribieron en sus páginas.
Mientras tanto, el El País de España señaló la conexión de Sheinbaum con el movimiento ambientalista: “Su compromiso con políticas sostenibles y su experiencia como científica ambiental la convierten en una figura prometedora para abordar los desafíos medioambientales de México”.
Sin embargo, no todas las reacciones fueron tan optimistas. El Financial Times expresó preocupación sobre la capacidad de Sheinbaum para enfrentar los desafíos económicos de México. “La falta de experiencia de Sheinbaum en asuntos económicos plantea interrogantes sobre su capacidad para mantener la estabilidad económica del país en un momento crucial”, escribió el diario estadounidense.
La imagen de México en el mundo bajo el liderazgo de Sheinbaum es una mezcla de esperanza y escepticismo. Si bien su victoria representa un avance. Si bien su victoria representa un avance significativo en la inclusión y la representación femenina en la política, persisten interrogantes sobre su capacidad para abordar los desafíos económicos y de seguridad del país.
Una de las diferencias con el sexenio de Andrés Manuel López Obrador parece ser su apertura a las relaciones internacionales. Sheinbaum, quien el domingo recibió su constancia de presidenta electa, habló con presidentes como Joe Biden, de Estados Unidos, y Pedro Sánchez, de España, así como con la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, y el presidente del Banco Mundial (BM), Ajay Banga.
Pero también ha abierto puentes de comunicación con el mandatario de El Salvador, Nayib Bukele, y ha recibido felicitaciones de los presidentes de China, Xi Jinping; de Rusia, Vladímir Putin, y de Ucrania, Volodímir Zelenski, además de las
naciones de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), entre decenas más.
Por ello, se espera que “exista una coherencia en la política exterior y sobre todo en esta idea de fortalecer el papel de México a nivel regional e internacional”, de acuerdo con José Joel Peña, profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Con base en el “Proyecto de Nación” de Sheinbaum, el académico percibe cuatro ejes en las relaciones internacionales: la diplomacia y el servicio exterior mexicano; las condiciones de los mexicanos en el extranjero, en particular en Estados Unidos; abordar las causas de la migración, y fortalecer las relaciones económicas globales.
Lo cierto es que, hasta el momento, los inversionistas han reaccionado de manera negativa a la aplastante victoria de Morena “vendiendo el peso, que cayó un 4% frente al dólar, y las acciones, que perdieron un 6%. Temen que el gobierno utilice sus supermayorías para lograr cambios constitucionales que dificulten el funcionamiento en México y que socaven la democracia”, expresó The Economist.
A medida que Sheinbaum asuma el cargo presidencial y comience a implementar su agenda política, será crucial cómo maneja estas preocupaciones para moldear la percepción global de México en los años venideros.