Según The New York Times, Enrique Peña Nieto utilizó diversas herramientas relacionadas al neuromarketing para posicionar su imagen entre los votantes en 2012, lo cual representó un gran reto para el equipo de EPN si se toma en cuenta la desgastada imagen pública de su partido y de él mismo, lo cual generó diversos obstáculos a lo largo de su campaña, donde el movimiento #YoSoy132 representó uno de los fenómenos más llamativos relacionados con el nuevo papel que las redes sociales y la era digital mantienen hoy en día con relación al marketing político.
La campaña de EPN en 2012 involucró billboards con cámaras ocultas que medían las expresiones y el lenguaje corporal de las personas al contemplarlo, con el fin de utilizar esa información para generar mensajes y copy’s con mejores resultados, basados en aquellos indicadores que obtuvieron reacciones más positivas entre las personas.
El neuromarketing dependen en gran medida del uso de sensores biométricos para conocer las reacciones inconscientes de las personas respecto a la publicidad, lo cual se ha vuelto cada vez más común, incluso dentro de los dispositivos móviles, ya que algunos smartphones o wearables utilizan este tipo de sensores para medir el ritmo cardicado, la temperatura y otros indicadores corporales que resultan de interés para las marcas que aprovechan el neuromarketing en sus campañas.
Fuente: NYT