• Xareni Hernández es una mujer revolucionaria, decidida, aguerrida y divertida.

• Su idea de negocio está basada en vender café orgánico de Oaxaca certificado y avalado.

• Coffareni es más que una cafetería, es un espacio lleno de amor y pasión por el cliente.

Apoyar el comercio justo con convicción y compromiso fue el camino que eligió esta mujer emprendedora al instalar su cafetería Coffareni en la colonia Condesa.
Xareni Hernández se auto define como una mujer hecha de metas, que mira la vida como una constante revolución, para llegar a una evolución.
Y justo eso vivió al inicio de su emprendimiento, pues el primer nombre de su cafetería fue Café Amour, un proyecto de negocios, pero hecho con amor; que hasta la fecha es el valor que lo distingue de su competencia.
“Nuestro giro es la calidad y calidez del servicio, la atención personalizada y la exquisitez del producto artesanal y fresco”, dice Hernández.
Al plantearse ser dueña de su marca, tuvo problemas con el registro del primer nombre y lo evolucionó a Coffareni, una mezcla de café en turco y su propio nombre.
El café es su materia prima y eligió este café orgánico de Oaxaca , certificado y avalado, por ser de una organización cuya misión es propiciar el comercio justo, es decir, en sus campos no existe la explotación de menores de edad, y hay equidad entre los trabajadores sin importar ser hombres o mujeres.

Café con amor

Su negocio está registrado para la venta de alimentos preparados y barra de café. Lo que distingue a su cafetería, del resto de la competencia, es el servicio personalizado, la calidez de una taza de café y la dulzura de la buena charla.
“(El local) es fisicamente pequeño, sin embargo, sus quince metros cuadrados están llenos de acogedor ambiente que nos permiten tener una cercanía con cada persona que nos visita. Los clientes van porque el café les gusta, por la empanada que hizo un pequeño productor, por la sonrisa que te impulsa a empezar el día”, comparte Xareni.

Cómo nace la idea de negocio

Con una inversión inicial de 190 mil pesos, esta mujer emprendedora siguió su sueño de tener una cafetería.
“Se me hace un lugar donde tú eres el anfitrión de ese espacio de desahogo para quien llega a tu barra. En tus manos está la elaboración de la bebida con la que se apapacharán los labios”, explica Xareni con orgullo y dulzura.

Ampliando horizontes

Ser un proyecto apoyado por la Secretaría de Desarrollo Económico le ha permitido crecer y ampliar su modelo de negocio.
Actualmente, cuenta con una red de distribuidores del café orgánico, además de que ofrece un menú ejecutivo diario y también ha implementado el servicio de catering.

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La nueva normalidad llena de retos

Antes de iniciar la pandemia, Coffareni tenía una nueva sucursal en la Zona Rosa, pero el flujo peatonal disminuyó abruptamente, y ese negocio ubicado en una excelente zona comercial terminó en el peor lugar, en el peor momento y tuvieron que cerrar. “Todo lo que podía ser una fortaleza, se volvió una debilidad”.
No solo la pandemia de Coronavirus ha complicado el negocio de Xareni, también la nueva ley que prohibe el uso de plásticos de un solo uso.
Pero fiel a su ideología comenzó a prepararse: “siempre he pensado en que la parte orgánica no debe quedarse solo en el café, sino hacer todo el proyecto sustentable”.
Los desechables compostables son 233% más caros que los desechables comunes, por lo que se vio en la necesidad de ajustar sus precios para solventar los gastos de los insumos.
Un detalle en línea con su marca, es el uso de popotes para smoothies y frappés fabricados a base de café.

A Coffareni lo encuentras en Facebook, Instagram y en su página web. Y también físicamente en Av. José Vasconcelos 220 P.B., Colonia Condesa, Alcaldía Cuauhtémoc. Puedes contactarlos por WhatsApp en el 554533 3727.

Para crecer nunca hay límites

Xareni Hernández ya trabaja en el proyecto de venta en tiendas de retail que se ha detenido un poco debido a la pandemia de Coronavirus.
Pero el siguiente objetivo es montar una comercializadora de café orgánico, pues su producto es el único café orgánico oaxaqueño certificado y avalado mundialmente.

El aprendizaje como mujer emprendedora

A Xareni Hernández ser una mujer emprendedora le ha dejado grandes enseñanzas como: “la humildad para aprender y compartir con gratitud los éxitos. No se llega lejos sola”, explica.
“La mayor lección que me ha dado emprender es que sí trabajo para generar ingresos y curiosamente, los mayores ingresos que he tenido son internos, no son tangibles y todos los he podido compartir sin gastar un solo peso”, dice esta mujer con una flor de lis cosida a su corazón.
Y aunque admite que ser empresaria exige demasiado tiempo, con energía comparte: “las mujeres somos tan capaces de hacer lo que sea que nos propongamos, que solo necesitas saber: cuál es tu pasión, enfocarla y confiar en ti. No titubees, si tu corazón te dirige hacia la idea de emprender, forja ese camino hasta lograrlo”, concluye.