Por Klaus Gérman Phinder
Muchos piensan que ser exitoso es alcanzar altos ingresos económicos y ser admirado por ello, cuando en realidad vemos que generalmente eso no nos lleva a la felicidad ni tranquilidad plena; así sucede al hacer la analogía con una empresa, ya que el hecho de amasar enormes cantidades de recursos monetarios no implica que ésta trascienda en la sociedad ni sea admirada.
Hace unos días tuve el gusto de intercambiar experiencias con mi padre y retomé grandes enseñanzas que me gustaría compartir. Por ejemplo, creo que de la misma manera en que es importante comunicar las acciones de responsabilidad social de las empresas por ser modelos positivos a seguir, cuando alguien tiene a su alcance compartir una enseñanza que le pareció buena, eso realmente nos hace sentir socialmente responsables porque dejamos nuestra parte egoísta al abrirnos y ser útiles a los demás a partir de una experiencia particular.
Mi padre siempre fue una persona muy trabajadora, persistente y capaz de lograr cualquier cosa que se propusiera y aunque esas virtudes pudieran haber sido el mejor legado que me podría haber dejado, todavía le dio tiempo de invitarme a desarrollar un proyecto, con lo que me reiteró que “el éxito sería saber encauzar ese esfuerzo sin descuidar nuestras responsabilidades y acciones ante los demás (familia, amistades, socios, colegas, sociedad en general)”; por lo que yo entendí que eso era lo que realmente lo tenía motivado, contento, lo hacía ver exitoso y generoso ante todos y lo más importante, lo que lo haría trascender para siempre, sobre todo ahora que ya no está con nosotros.
Lo anterior parece algo sencillo y lógico de seguir como individuo, pero si lo extrapolamos y hacemos la analogía necesaria entre las personas y las empresas (sin olvidar que las empresas están conformadas por personas); llegamos a la conclusión que si las compañías consideran sus responsabilidades y acciones ante sus grupos de interés (socios, empleados, clientes, proveedores, autoridades y organizaciones no lucrativas) en cada uno de sus nuevos proyectos, realmente lograrán trascender como buenos ciudadanos corporativos que se respetarán y se admirarán por siempre.
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Klaus Gérman Phinder, consultor y director general de Promotora ACCSE (Acción Social Empresarial), agencia especializada en Responsabilidad y Mercadotecnia Social.
