¿Cuál es la parte más importante dentro de la producción de una película?… La respuesta la tiene usted estimado lector de Merca2.0. Siéntese con calma en la sala de su casa y reflexione un poco acerca de esta pregunta. Para unos, la base de una buena película es el guion, para otros, la fotografía y unos más dirán que son las actrices o los actores que interpretan con maestría las órdenes de su director… pero, (siempre hay un pero) algunos argumentarán que la música es el elemento principal que permite proyectar lo que directores y productores quieren que se conozca de su obra, y para muestra, un botón.
¿Recuerda usted la película El Bueno, el malo y el feo con Clint Eastwood como estelar? Tal vez ni siquiera usted guarde en su memoria que fue un western de los años sesentas, pero en el momento en que los primeros tonos de la banda sonora se entonan estoy seguro que sus recuerdos se activan. Lo mismo le puede pasar con La Misión, filme de 1986 que narra la historia de un grupo de jesuitas que establecen un campamento junto a las Cataratas del Iguazú. Los protagonistas son dos grandes del cine americano pero qué importa que estos sean Robert de Niro y Jeremy Irons, cuando los compases creados por este genio italiano, Ennio Morriconi, se escuchan con estruendo en las salas de cine.
Uno de los mejores músicos de la historia del cine que diseñara su obra para más de quinientas películas y series, falleció a la edad de 91 años, seguramente se fue satisfecho por su contribución a la industria que le premió su esfuerzo con un par de premios Oscar en el 2006 y 2016.
El también creador del soundtrack de Cinema Paradiso, cinta ganadora del Oscar como película de habla no inglesa, fue un leal ciudadano a su natal Roma edificando ahí por seis décadas su estilo inimitable que lo llevó a convertirse en uno de los grandes de Europa.
Morriconi afirmaba ¨El silencio es música, al menos tanto como los sonidos quizá más. Si quieres entrar en el corazón de mi música busca, entre los vacíos, entre las pausas”.
Morriconi como todo hombre preocupado por la sociedad, tenía su afición política. Su apoyo a Barack Obama era conocido, y sobre todo por querer construir un Estados Unidos más justo a través de su programa de salud Medicare. Fueron conocidas también sus desavenencias con su viejo amigo Clint Eastwood por las malas políticas públicas de Trump.
Apoyó también a Matteo Renzi cuando este emprendió un proceso de reformas para modernizar Italia.
Será un objetivo muy claro para cientos de jóvenes comunicadores que estudian las artes audiovisuales, revisar la obra de Ennio, un genio que pese a su recio carácter fue bondadoso hasta el final compartiendo su obra, que sin duda, mereció ser premiada con más estatuillas doradas.
Con esta frase, estimado lector, nos encontramos más adelante: “El amigo seguro se conoce en la situación insegura” E. M.