El gato Pericles, quien fuera extraviado por Viva Aerobus durante un viaje de Chihuahua, fue rescatado por una vecina del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, 10 días después de que personal de dicha empresa lo declarara como “equipaje dañado” y anunciara a su dueña la nula esperanza de recuperarlo.
“Me encontré a este minino rondando a su suerte. Pensé que iba a huir al pasar cerca de él, pero me siguió. Le ofrecí comida y agua, pobrecillo, estaba hambriento y sediento: comió y bebió con desesperación”, indicó la vecina en entrevista con Animal Político.
Elvia, una catedrática de antropología física radicada en Chihuahua, viajó con Pericles a la Ciudad de México el 19 de diciembre a través de Viva Aerobus.
Sin embargo, cuando llegó a la capital del país, el personal de la aerolínea le notificó que su gato había desaparecido y que no podría hacer nada, más que levantar un reporte por “equipaje extraviado”.
Derivado de los hechos, el hashtag #DóndeEstáPericles hizo eco en la conversación digital de Twitter, ya que en las primeras cuatro horas de su publicación generó 36 mil 176 cuentas alcanzadas y 54 mil impresiones en Twitter, según cifras de Tweet Reach.
La aerolínea se comunicó con la dueña de Pericles, para avisarle que quizás al día siguiente podría ingresar a la zona de descarga de maletas, para intentar localizarlo, un hecho que no ocurrió. Dicha oferta de Viva Aerobus vino nueve días después de que extraviaran al gato, y nueve días después de negarse a auxiliar a su propietaria.
Los sentimientos que ha generado la tendencia que denuncia el maltrato animal de Viva Aerobus son en un 60 por ciento negativos y los comentarios se centran en cómo las aerolíneas cuidan (o no cuidan) a las mascotas, ya que consideran que es “incorrecto” que sean documentados como equipaje.
De acuerdo la guía “Derechos de los viajeros” de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) “al comprar un boleto de avión, usted contrata un servicio,lo que, como cualquier otro trato comercial, trae consigo obligaciones y derechos para ambas partes”, en el caso del gato Pericles, su dueña pagó un boleto especial para mascotas y uno de los principales lineamientos en el contrato es “que llegue seguro a su destino como un pasajero” que viaja en la cabina.
La aerolínea continúa sin fijar una postura frente a los hechos, el equipo de Merca 2.0 ha buscado insistentemente a algún vocero de Viva Aerobus para conocer cómo enfrentarán el asunto para que no se vuelva a repetir; sin embargo, no ha habido respuesta.