• La campaña fue creada con la ayuda de la agencia de publicidad McCann Nueva York

• Al final del video, Microsoft recuerda que su sistema de traducción reconoce 60 idiomas

• Se espera que la activación se ejecute en TV, digital, cines y redes sociales

Todo parece indicar que las empresas no se pueden resistir a conceptos cursis o ridículos para su campaña de Navidad. Esta temporada 2019 está repleta de ejemplos. Apple produjo hace poco un conmovedor comercial sobre la familia, más auténtico y humano que el promedio. Por su parte, Amazon decidió producir un video musical sobre el amor y la esperanza. Ni siquiera Heineken, que adoptó un estilo un poco más cómico, puede alejarse de estos obvios clichés.

Por supuesto, no es raro que los anuncios y esfuerzos decembrinos de las empresas estén siempre ligados a esta narrativa. De acuerdo con Unruly, las emociones son cruciales para que una campaña de Navidad resuene correctamente con la audiencia. No solo porque en parte, como dice FJG, este enfoque ayuda a viralizar los esfuerzos comerciales en redes sociales. Hay casos de comerciales más humildes que tienen grandes efectos por su carga sentimental.

Así pues, no será pronto que la industria de la publicidad se verá liberada de los comerciales o anuncios emotivos en Navidad. Lo que sí tal vez se puede llegar a ver es un cambio en el tipo de emociones que están siendo representadas. O, cuando menos, en cómo es que cada campaña transmite el sentimiento concreto a las audiencias. Y es que si bien prácticamente todas las marcas saben que deben explotar el amor y la ternura, cada una lo hace distinto.

Una campaña ridícula y cursi, pero adorable

Ejemplo perfecto de esta nueva tendencia es la más reciente activación de la tecnológica Microsoft. Para el video, la empresa decidió enfocarse en dos de sus productos: una de sus laptops/tablets híbridas y su sistema de traducción de idioma en tiempo real. El comercial es una fusión perfecta entre los elementos clásicos de la Navidad, como el nexo familiar y la ternura de los niños. Al mismo tiempo, logra integrar a la perfección el rol de la tecnología.

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La campaña arranca con una familia de tres, donde la madre está hablando con un socio que habla en japonés. Sin embargo, la máquina de Microsoft traduce el idioma automáticamente. Cuando el padre le explica este funcionamiento a la niña, ésta tiene de repente una idea. En el momento que la tablet/laptop está desocupada, la joven sale a hablar con unos renos fuera de su casa. Con el sistema de traducción en tiempo real, los empieza a interrogar rápidamente.

Un giro pequeño, pero suficiente

No es la primera vez que una marca trata de reflejar el impacto de la tecnología en campaña. Hace unas semanas, el conglomerado de comunicaciones británico mostró un video donde reflejaba un futuro dominado por las innovaciones. Sin embargo, en lugar de ser adorable como el esfuerzo de Microsoft, mostró una visión mucho más oscura. También la sueca Telenor presentó una iniciativa similar en agosto, pero su enfoque fue mucho más positivo.

Lo que llama la atención de la campaña de Microsoft no es la forma en la que logra meter a la tecnología en su narrativa de Navidad, algo que debe notarse y felicitarse. Lo que llama la atención es cómo puede darle un giro muy positivo y notable a un concepto tan básico como la inocencia infantil y ajustarlo a su marca. Si bien esta estrategia no le permite escapar del todo de clichés, sí logra que su iniciativa sea suficientemente única y distintiva en la industria.

Así pues, es una buena lección para otras marcas de cómo pueden combinar clichés y una visión única para resaltar su campaña del resto de sus rivales. No siempre se tienen que crear ideas y proyectos super ambiciosos para llamar la atención de los consumidores. A veces solo basta con darle un pequeño giro a una idea para desarrollar una excelente iniciativa. Tal vez no sea igual de vistosa, pero de todas formas llamará la atención de todos los consumidores.