Hace pocos días el presidente de China, Xi Jinping defendía delante de más de 2.000 delegados en la II Conferencia Mundial sobre Internet, celebrada en la ciudad de Wuzhen, que cada país tenga derecho a la “soberanía” sobre internet en su territorio. Lo que se traduce en su caso en la declaración de la ya conocida censura china sobre este medio.

De hecho son muchas las páginas de uso diario de libre acceso a nivel mundial, que se bloquean en el país asiático e incluso en las redes sociales, las autoridades pueden sentenciar a tres años de cárcel a quienes consideren que están publicando ‘rumores’.

La situación de China es una de las más extremas en cuanto a censura de medios, como constata la organización Reporteros Sin Fronteras, que la coloca en el puesto 176 de un total de 180 en el Índice sobre Libertad de Prensa de 2015, sin embargo, sin llegar a otros extremos, también hay países a los que la libertad de las redes sociales suele molestar y que, en el caso de Twitter, se busca silenciar, al menos de forma parcial, a través de la prohibición de determinados mensajes.

De hecho, en la primera mitad de 2015, se presentaron 1.003 solicitudes por parte de cortes y agencias gubernamentales, para remover contenido en Twitter. De este total, un 72 por ciento de las solicitudes provenían de las autoridades turcas.

Las demandas de remoción de contenido en Twitter están más relacionados a que determinados tweets no se puedan ver en determinados países, que a que sean borrados.

En Estados Unidos, sólo se realizaron 25 solicitudes para que los mensajes no sean mostrados en esta nación durante el primer semestre de este año. La resolución a favor del demandante, del número peticiones para borrar contenidos va en aumento. En la segunda mitad de 2014, 13 por ciento de estas solicitudes tuvieron éxito, mientras que entre enero y junio de este año, un 42 por ciento de las solicitudes, fueron garantizadas.