En un mundo cada más tendiente hacia lo digital, pues actualmente hay más de 3 mil 500 millones de personas conectadas a internet, de acuerdo con datos publicados en Statista, el tema de protección de datos personales es clave.
Más aún, cuando se hace cada vez más recurrente que grandes firmas y marcas han sufrido hackeos que han puesto en riesgo la información de millones de clientes, quedando expuestos incluso datos personales; HBO, Telefónica (Movistar), Netflix, Deloitte, por citar sólo algunos casos.
Esto ha provocado que los usuarios se preocupen cada vez más en el uso y seguridad de los datos que proporcionan a las empresas cuando contratan o adquieren algún servicio digital. Al respecto, Quartz realizó una encuesta en la que encontró algunos datos interesantes que vale la pena observar.
De acuerdo con el medio y, tras preguntarle a mil 600 personas (58 por ciento procedentes de Estados Unidos y 42 por ciento del resto del mundo), respecto a la confianza de la protección de sus datos y las grandes tecnológicas, apenas el 21 por ciento de los consultados señala que confía en Facebook para cuidar sus datos, muy lejos de Amazon que fue la mejor posesionada con un 46 por ciento, Google (42 por ciento) y Apple (40 por ciento).
Pese a que Facebook es la red social de mayor penetración en el mundo con más de 2 mil millones de usuarios y, junto a Google, la plataforma digital de mayores ingresos por publicidad, la confianza en que estas compañías hacen buen uso de la información de sus usuarios decrece.
Durante el último año hemos visto muchos casos relacionados con la publicidad programática y, en el caso de la compañía dirigida por Mark Zuckerberg, ha estado bajo el escrutinio de los gobiernos de varios países, en particular europeos, debido a las dudas razonables sobre el intercambio y uso de datos de los usuarios de sus diferentes plataformas como WhatsApp e Instagram.
Pese a las dudas, todo sigue asando en el poder del usuario, ya que él decide si acepta, o no, el servicio -generalmente gratuito- a cambio de proporcionar cierta información personal. Además, está su responsabilidad respecto a administrar sus cuentas. Sin embargo, esto no lo protege al cien por ciento de una posible vulnerabilidad, pero sí crea un cinturón de seguridad en el mundo digital.