No lo pregunto de forma teológica, sino mundanamente. ¿En qué deciden creer normalmente? ¿De dónde toman su información? ¿Por qué razón confían en quien les cuenta información? ¿Por qué creen en un medio informativo y no en otro?
Estas preguntas podrían aplicarlas a todo tipo de información, a la que consumen, a la que difunden, a la que escuchan. Así como a las respuestas y luego a la comunicación.
Sin embargo el conocimiento suele cambiar, por diferentes razones. En cosas que parecerían tan obvias de pronto pueden no serlo, por ejemplo, respondan ¿cuántos continentes hay en el mundo?
Y además de responder eso, reflexionen ¿de dónde lo saben, quién se los dijo, con qué autoridad lo sostienen?
¿Cinco, Seis, Siete?
En México como en muchos países de habla hispana creemos que existen cinco continentes: América, Europa, Asia, África y Oceanía. Pero otros creen que Antártica es también un continente por lo cual cuentan seis.
Si van a Wikipedia verán las muchas clasificaciones por convenciones arbitrarias, de cuatro a siete y todas incluso la de cinco continentes incluye a la Antártica y Australia, (no Oceanía). Claro no es la mejor fuente. La ONU maneja cinco y no cuentan la región también llamada Polo Sur, igual que el Comité Olímpico (aunque ellos pueden mencionarlos como regiones y no continentes). Las academias de geografía o departamentos estatales de educación lo definirán según la región donde estén.
En National Geographic o algún libro de texto en los EUA encontrarán clasificación de siete continentes: Norte América, Sur América, Europa, Asia, África, Antártica y Australia. Así seguiríamos con diferentes versiones. Quizá la marca más conocida de cerveza en los EUA, Budweiser, tiene en diseño de su logo (de la cervecera Anheuser Busch) mencionados cinco continentes.
Otra pregunta más: ¿Esto es importante? Si logran responderlo avísenme. Para hacerlo, primero deben contestar las otras preguntas que mencioné arriba, y es que ¿quién decide esto? ¿Quién tiene la razón o no? ¿Para qué importa? ¿Razones económicas, políticas, bélicas, etc?
El conocimiento cambia, evoluciona, se hacen cambios, renovaciones, en fin, el conocimiento puede y se vale que cambie. No es raro y no pasa nada. Siempre y cuando seamos conscientes de ello como comunicadores, como vendedores, como managers de información. ¿Por qué? Porque trabajamos en una industria donde debemos comunicar mensajes, y corremos el riesgo de que alguien nos diga “eso no es cierto”, y peor aún, que lo digan con razón, con fundamentos.
La información hoy en día es manipulada de forma arbitraria, contenida, restringida. Incluso hechos históricos, es casi un cliché la frase de ¿quién escribe la historia?
El gobierno chino por ejemplo, uno conocido por sus métodos de control, ha censurado la búsqueda de la conocida imagen de la protesta de la Plaza de Tiananmen en internet dentro de su país. Una imagen que desde ocurrido el hecho en 1989 dio y sigue dando la vuelta al mundo, y hoy por motivos de “estabilidad social” censuran. Al eliminar la información cambian la historia y el cómo sucedió, la manipulan y controlan. Las nuevas generaciones ¿a quién le creerán?
Sólo ejemplos al aire y en apariencia sin sentido, pero que dicen mucho de la fragilidad con la que se maneja quizá lo más importante hoy en día. Por ello no está más preguntarnos en qué creemos, y por qué.