Si algo caracteriza la retail en estos momentos es la cantidad de retos a los que se enfrenta en la nueva normalidad y lo que sucede con Grupo Inditex, propietarios de Zara es claro ejemplo.
El desafío no solo está ligado a adaptar sus puntos de venta a las nuevas reglas de sanidad que han sido impuestas por las autoridades de salud. El cierre de tiendas y la atención a un shopper con nuevos hábitos e intereses es probablemente el mayor reto.
Entre cierres y ganancias
Los dueños de marcas como Zara, Pull and Bear, Massimo Dutti, Bershka y Stradivarius, entre otras, buscará recortar gastos para hacer más eficiente sus inversiones. Esto quiere decir que el grupo prevé bajar las cortinas de entre mil y mil 200 establecimientos este lo que resta de este año y el 2021, a nivel global.
Inditex dijo que “absorbería” principalmente las más pequeñas, aquellas con pérdidas concentradas entre las tiendas más antiguas de sus marcas, algo que de acuerdo con The Guardian, se prevé afecte principalmente a mercados como Europa y Asia.
Aunado a ello, el plan también incluye apostar por las flagship store, pues añadieron que abrirán tiendas de gran tamaño, alrededor de unas 450 tiendas, de acuerdo con un reporte de El Mundo. Con este movimiento, los dueños de Zara explicaron que compensarán el área de venta perdida con los cierres, ya que la superficie comercial total crecerá un 2.5 por ciento.
Según la información disponible, el plan de los dueños de Zara representará un costo de 308 millones de euros, mismo que ya fueron considerados dentro de su balance entregado para el primer trimestre.
En esta misma línea, es interesante mencionar que la firma de moda española presentó su reporte financiero correspondiente al primer trimestre 2020, comprendido del (del 1 de febrero al 30 de abril), en el que indicó que obtuvo reportó una caída en ventas de 44 por ciento, lo que se tradujo en más de 3.300 millones de euros.
De manera general, la propietaria de Zara reportó pérdidas por 409 millones de euros, contra un beneficio que alcanzó los 734 millones en el periodo referido.
La apuesta para sobrevivir
Como era de esperarse la salida del grupo de moda está relacionada con una fuerte inversión de capital y esfuerzos en digital.
La estrategia de los dueños de Zara para el periodo 2020-2022 considera una inversión de mil millones de euros para impulsar los esfuerzos digitales de la firma, así como mil 700 millones para actualizar la plataforma integrada en las tiendas con la incorporación de nuevas tecnologías.
Con esto se espera que durante los siguientes dos años, las ventas online representen el 25 por ciento de la facturación de la firma, porcentaje que ahora se sitúa en 14 por ciento.
A decir de Expansión. la gran apuesta de la marca sería la integración de sus tiendas físicas y online, reforzar su infraestructura logística y la sostenibilidad.
De esta manera ente las claves para sobrevivir a la crisis está en trabajar la capacidad de mercas como Zara para adaptarse a la demanda, las tiradas de producción ajustadas y la rápida reacción de sus equipos.
El padecimiento que ahora aqueja al negocio de Zara es compartido por el grueso del sector retail, y lo único que queda claro es que la capacidad de adaptación a la nueva realidad será el mayor reto que la industria tendrá que afrontar para no perecer.