Por Alejandra González
La centralización de la toma de decisiones en la industria de la comunicación comercial no es obstáculo para las operaciones de las empresas del noroeste.
Las agencias innovan para ofrecer alternativas para las ejecuciones creativas, que puedan ser sostenibles para los clientes y redituables para los creadores. Sin embargo, la incertidumbre ocasionada por los drásticos movimientos de la economía mundial han provocado que los anunciantes reduzcan su presupuesto para colocar publicidad en medios.
La situación profesional de quienes se dedican a la creatividad, es un tópico en donde Raymundo Berrones, director de Ikoni taller creativo hace hincapié: “La carencia de gente que trabaja en este sector es evidente en el noroeste de México. La educación que reciben diseñadores, comunicólogos y mercadólogos es limitada, porque no existen instituciones que estén especializadas en las áreas de marketing y publicidad.”
En el ámbito ético, tras reclutar al talento, se observa una falta de compromiso con el trabajo, que muchas veces se produce por la deslealtad que existe entre la competencia, lo cual está directamente relacionado con la remuneración de la labor creativa.
“Cuando llega el personal, se le proporciona capacitación con el fin de que sus habilidades alcancen su máximo potencial. Sin embargo, la desesperación por ofrecer y vender servicios, más el propósito de cobrar una idea bien lograda provoca que la fuga y rotación de recursos humanos se vuelva frecuente”, asegura el directivo.
