El mercado de marketing se ha acostumbrado a medir cada paso del cliente, sus gustos, horarios, medios y métodos de compra a través de los medios digitales. No obstante, gracias a la protección de datos, llega el tan conocido dark social media, que son los canales de comunicación a donde las empresas no pueden acceder, es decir, aplicaciones de mensajes privados donde el acceso se limita y es imposible conocer las conversaciones que tienen los usuarios y de dónde vienen provienen las visitas a nuestra página web. Esto limita de gran manera al empresario, pues desconoce la plataforma en la que su público se comunica y lo contacta.
La tendencia va en aumento de datos desconocidos para las marcas, ya que los usuarios se comunican a través canales como WhatsApp, Facebook Messenger, mensajes directos en Instagram, Twitter, Snapchat, etc. En un estudio realizado, el 63 por ciento de las personas utilizan el dark social para compartir gustos, recomendaciones o quejas. Esto provoca que grandes empresas se vean afectadas en sus ventas, por la falta de datos para generar nuevas estrategias con base en los hábitos de consumo de sus clientes.
En lo personal, me parece una medida bastante buena, ya que la publicidad cada día es más invasiva con el usuario y se obtiene ya bastante información sobre datos personales, hábitos de compra, rasgos faciales, huellas digitales, etc.
Así que utilizar algunos otros métodos para obtener información, genera que la creatividad resurja para las empresas, obligándolas a seguirse preocupando por su reputación sin bajar la guardia y manejando adecuadamente los datos para no caer en violentar la privacidad.
No obstante, la creación del entorno privado, por otro lado, ha hecho que las marcas vayan a ciegas, sin recabar la información de compra, sin saber qué producto es mejor que el otro. Sin embargo, esta área de oportunidad genera que la creatividad resurja con otro tipo de métodos para recolectar estos datos, pero sobre todo obliga a las marcas a seguirse preocupando por su reputación sin bajar la guardia.