No cabe duda que hoy en día es muy difícil confiar en las marcas y aún más en aquellas que apenas están saliendo a la luz, pues la mala fama se la han ganado a raíz de el lanzamiento de publicidad engañosa. Pluralizar no es algo que deberíamos hacer pero lastimosamente, muchos consumidores prefieren ir a la segura que probar nuevos productos que no cuentan con prestigio.
Uno de los grandes retos a los que se enfrentan actualmente los encargado del departamento de marketing precisamente es ese, que los consumidores de hoy confían más en la opinión de desconocidos en las redes sociales que en las propias marcas. Aunque algunos indican que eso es por culpa de la visibilidad de los anuncios, los profesionales se han percatado que la clave es ofrecer al consumidor un mensaje que le interese en el momento y el lugar adecuado.
Nielsen se dio a la tarea de cuestionar a los consumidores de todo el mundo en encuestas separadas sobre su confianza en diferentes tipos de publicidad y resultó que la forma más fiable para la mayoría fue la recomendación a través de conocidos. Detalló que en 2011 y 2013, el 68 por ciento de los encuestados afirmó confiar parcial o completamente en las opiniones de consumidores publicadas online y sólo el 27 por ciento dijo confiar en los anuncios.
Para hacerlos cambiar de parecer no sólo hay que identificar quién es su público objetivo sino ha que saber valorar quién es más valioso en un momento determinado, realizar cualquier tipo de publicidad de forma indicada tiene como meta mandar mensajes concretos a cada uno de los clientes y posibles prospectos, de esta forma además de potencializar a la empresa y generar renombre, habrás llegado a sus corazones.
Si los clientes no confían en el mensaje o en el mensajero, es muy probable que la publicidad no cumpla con su objetivo, adecuar todos los factores que influyen en el impacto de las personas son componentes que pueden ser tus aliados para aumentar los niveles de confianza de los clientes.