Este miércoles, 21 de marzo, se celebra el día internacional del Síndrome de Down, con motivo de este festejo, en Argentina se hizo en lanzamiento del primer muñeco bebé con rasgos de síndrome de Down, el cual fue desarrollado íntegramente por la empresa “Casita de muñecas” en conjunto con la Cámara Argentina de la Industria del Juguete así como la Asociación Síndrome de Down.

Denominado “Oli”, el juguete cuenta con un modelo masculino y otro femenino, el cabello oscuro, los ojos claros y puede mover los brazos, las piernas, así como la cabeza; de acuerdo con la agencia EFE, el evento sirvió como escaparate para una idea materializada que comenzó con la historia de una niña quien no quería jugar con los muñecos comunes.

“Nació de una anécdota, cuando una persona nos contó que charlando con una nena con síndrome de Down le preguntó si le gustaban las muñecas y la nena le dijo que no. Cuando preguntó el por qué la nena le dijo que no le gustaban las muñecas porque no había ninguna parecida a ella”, afirmó al medio Federico Galenterni, dueño de la firma que fabricó el juguete.

En el #Diamundialdelsindromededown estamos orgullosos de haber acompañado el lanzamiento de OLI: 1er/a muñeco/a con Síndrome de Down. #JuguetesPorLaInclusión en la @LegisCABA @casitademunecas @sindromedown @copidisgcba @pcrespi78 pic.twitter.com/dE5GfMV76b

— CAIJ (@CamaraDelJugueT) 21 de marzo de 2018

“Casita de muñecas” se destaca por la fabricación de productos que favorecen la diversidad por un “juego más inclusivo”, con muñecos que reproducen con gestos los movimientos reales de los bebés y no una simple cara sonriente. En la actualidad desarrolla alrededor de 60 gamas de muñecos con los que se llegan a los diversos segmentos de población, explicó Galenterni.

En Argentina, según el director ejecutivo de ASDRA, Pedro Crespi, se encuentran cerca de 5 millones de personas con discapacidad, aunque no existen estadísticas certeras que aseguren cuantas de ellas tienen síndrome de Down.

Crespi consideró que tiene el valor de la diversidad, el hecho de que los menores puedan jugar con muñecos que tienen este tipo de condición y que los niños con síndrome de Down encuentren un producto con el que se puedan identificar. Otro valor que se destacó fue el “boca a boca”, ya que esos niños usarán a “Oli” para jugar con otros infantes, que a su vez, aprenderán que en todos los juegos hay espacio para muñecos de todo tipo.